"Lawfare"
Denuncia en el Supremo contra Miriam Nogueras por amenazas por sus ataques a los jueces
Manos Limpias atribuyen a Jordi Turull el mismo delito por "avalar y confirmar" las acusaciones de la diputada de Junts en el Congreso
Manos Limpias ha ampliado su denuncia ante el Tribunal Supremo por amenazas al Poder Judicial contra el secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, el diputado de ERC Gabriel Rufián y el secretario general de Junts per Catalunya (JxCat) Jordi Turull para incluir a la diputada de Junts Miriam Nogueras por sus ataques a los jueces desde la tribuna del Congreso.
En su denuncia inicial, el colectivo de funcionarios argumentaba que el acuerdo de investidura entre el PSOE y Junts, al hacer mención expresa de la figura del "lawfare", implica "de manera inequívoca un delito de amenazas contra el Poder Judicial", y en concreto contra los magistrados Manuel Marchena, Pablo Llarena y Manuel García Castellón, instructor de la causa de Tsunami Democràtic en la que están investigados, entre otros, Carles Puigdemont y la dirigente de ERC Marta Rovira.
Ahora, en este nuevo escrito, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, Manos Limpias recuerda que el pasado día 12 Nogueras tachó de "indecentes" a los magistrados del Tribunal Supremo Manuel Marchena, presidente de la Sala de lo Penal y del tribunal del juicio del "procés"; Pablo Llarena, instructor de la causa del "procés"; Carmen Lamela, que como magistrada de la Audiencia Nacional se hizo cargo en 2017 de la investigación a los líderes independentistas hasta que el alto tribunal asumió el procedimiento; y Carlos Lesmes, expresidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial; y también a la magistrada del Tribunal Constitucional Concepción Espejel, expresidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Denuncia inicial contra Santos Cerdán, Turull y Rufián
El colectivo de funcionarios señala que Nogueras, que además aseguró que los jueces señalados "deberían ser juzgados" por "retorcer el derecho y la ley" para perseguir al independentismo, hizo esas acusaciones en el marco de las denuncias de "lawfare" (la supuesta politización de la Justicia que ha puesto en la diana del soberanismo a jueces y fiscales) por parte del independentismo, "que tiene su culminación en las comisiones de investigación que se han empezado a crear en el Congreso de los Diputados" para revisar la actuación judicial.
Asimismo, los denunciantes atribuyen a Turull un nuevo delito de amenazas y justifican la ampliación de la denuncia respecto a su persona en que al día siguiente de la intervención de Nogueras "avala y confirma sus amenazas".
En su denuncia inicial, el colectivo que preside Miguel Bernad aseguraba que las comisiones de investigación en el Congreso para revisar la actuación judicial en las causas contra el independentismo suponen "de manera clara y flagrante una amenaza de enjuiciamiento futura de los magistrados reiteradamente señalados".
Y apuntaban que en el debate de Pedro Sánchez, Rufián "dejó de una manera clara amenazas a los jueces en general y en particular a los intervinientes en los procesos penales del secesionismo".
Junts alertó de posible "argucias procesales"
En cuanto a Turull, recordaban unas declaraciones en TV3 en las que manifestó que los jueces no podrían recurrir a "argucias procesales" para "esquivar" la ley de amnistía porque en ese caso estarían "prevaricando" y se adoptarían "acciones legales".
El pasado día 6, Manos Limpias denunció también ante el Tribunal Supremo a Carles Puigdemont por delitos de odio e injurias al Poder Judicial por llamar a los jueces españoles "cuervos togados" que "se revuelven y enseñan las garras y colmillos", criticando las reacciones judiciales en contra de las acusaciones de "lawfare" y de la ley de amnistía. El expresidente de la Generalitat llegó a compararlos con el general Manuel Pavía, protagonista del golpe de Estado que fulminó la I República.
Según el colectivo de funcionarios, el líder independentista hizo estas manifestaciones "con conocimiento de su falsedad" y con "temerario desprecio a la verdad", con el propósito de "ofender o vejar gravemente" a la carrera judicial. Una opinión con un "elevado rango ofensivo" y "una clara finalidad difamatoria" que, señalaba, no se justifica por una determinada "carga emocional".
Puigdemont escribió en Instagram: "Hace años que hemos aprendido a aguantar la posición contra todo tipo de ataques y amenazas", algo que para el independentismo -dijo- "es el pan de cada día". "Hace muchos años que he aprendido a prescindir de ello y a no caer en la trampa de actuar y decidir en función de las presiones (de unos y otros)", aseguró. E hizo un llamamiento a "combatir" lo que considere "represión" del independentismo, lo que según él hace que "los cuervos togados" se "revuelvan" y enseñen "garras y colmillos". "Y se les pone cara de general Pavía", añadía.
Sobre esta denuncia, el Tribunal Supremo tampoco se ha pronunciado de momento.