Sánchez se abre ahora a acelerar el gasto militar para llegar al 2% antes de 2029

El aumento del gasto en Defensa es un quebradero de cabeza para el Gobierno. Sin apoyo interno, con el rechazo que esta cuestión genera entre sus socios dentro y fuera de la coalición, la coyuntura exterior y la presión internacional obligan a recalcular la hoja de ruta. Pedro Sánchez valora ya acelerar el calendario de inversión militar, pese a que hasta ahora se había fijado como objetivo alcanzar el 2% del PIB en 2029.

Lo confirmó esta misma noche el propio presidente desde Bruselas: «Es evidente que todos tenemos que hacer un esfuerzo anticipado. Por lo tanto, la respuesta es sí, y es lo que informaré a todos los grupos parlamentarios», avanzó.

Fuentes gubernamentales apuntan en esta línea de llegar a ese porcentaje lo antes posible, aunque señalan al mismo tiempo que hay algunos factores importantes que se deben tener en cuenta en el cumplimiento de este compromiso, como que el PIB de España crece más y que por eso el incremento es más difícil. Y esto porque España gasta ahora solo el 1,28% y es el último de los miembros de la OTAN.

Eso sí, las mismas fuentes dejan claro que depende de muchos actores, como por ejemplo las prioridades de la OTAN (que en su cumbre de junio previsiblemente situará el objetivo por encima del 3%) o las facilidades de la UE para aumentar ese gasto, las cuales se han analizado en el Consejo Europeo extraordinario de este jueves en Bruselas.

Compromiso y misiones

Sánchez venía aferrándose para negarse a acelerar el compromiso –y a gastar más– a que es el décimo país que más invierte en Defensa en cifras absolutas, pero a lo que se comprometió es a aumentar su gasto en relación al PIB. También pide que se tenga en cuenta la aportación de España a las misiones de disuasión de la OTAN en el Flanco Este, donde contribuye tanto a las fuerzas terrestres, aéreas y navales con más de 2.000 efectivos. Actualmente hay militares españoles desplegados en Letonia, Rumanía, Eslovaquia y el Mediterráneo, lugares donde nuestro país aporta cazas, buques, blindados, baterías de misiles y numeroso armamento.

Otro de los factores que el Gobierno quiere que se valore es que el concepto de seguridad sea más amplio que el de la defensa por sí misma. Lo que sostienen países como España, pero también Italia, es que tienen gastos derivados de la seguridad en las fronteras del sur, como los que están relacionados con el fenómeno migratorio o con el yihadismo en el área del Sahel, y que deberían computar de alguna manera.

No fue el único anuncio que Sánchez dejó en Bruselas. El presidente del Gobierno también avanzó que el próximo jueves se pondrá en contacto con los líderes de los grupos parlamentarios españoles para intercambiar puntos de vista sobre los desafíos que atraviesa la seguridad europea.