Mientras el PSOE negocia discretamente con Junts, se suceden públicamente las advertencias de dirigentes socialistas, de ayer y de hoy, que muestran su rechazo a avanzar en una dirección que conduzca a algún tipo de amnistía o derivado para Carles Puigdemont y otros encausados por el «procés». El coro de voces críticas lo abrió Felipe González el pasado martes en los micrófonos de «Más de Uno» de Onda Cero, sentenciando que la Constitución «no es un chicle» y que «no cabe la amnistía ni la autodeterminación».

A él se ha ido sumando paulatinamente otros nombres como los de Alfonso Guerra, Jordi Sevilla, Nicolás Redondo o Ramón Jáuregui, algunos de los cuales no acostumbran a censurar los pasos de la actual dirección, pero que, en esta ocasión, sí han optado por elevar el tono. A pesar de que desde Ferraz despacharon este conato de rebelión, descalificando la escasa influencia que estos perfiles tienen a día de hoy en el socialismo, –«no representan a nadie», aseguran– lo cierto es que la lista de voces incómodas se sigue engrosando.

Hoy se han sumado nuevas adhesiones. Por un lado, el ex presidente aragonés Javier Lambán, ahora senador, que rechazó cualquier fórmula que suponga el olvido de los delitos cometidos por Carles Puigdemont como moneda de cambio para investir a Sánchez, porque «no cabe en la Constitución». «Abriría una vía de agua en la nave constitucional que podría llevarla directamente a pique», señaló. También a nivel territorial, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page declaró el lunes que la creación legislativa –que «más que una amnistía, es una autoamnistía»– «vulnera el principio de igualdad ante la ley» y «choca con la Constitución».

Cuestionando no ya el encaje legal de la medida, sino su idoneidad política y social se pronunció el que fuera secretario general del PSOE entre 1997 y 2000 y excomisario europeo, Joaquín Almunia. En una entrevista en Radio Euskadi, expresó su convicción de que «de momento» no hay condiciones para una amnistía «desde el punto de vista político y del interés general de la sociedad». En la misma línea, quien fuera presidente del PSE, Jesús Eguiguren, pidió en un artículo publicado en El Correo huir de términos jurídicos «que tienen garras y uñas y son inutilizables», en referencia a la amnistía. Pide respetar la Carta Magna y buscar, si es que existe, «otra fórmula que logre más o menos lo mismo». «En caso contrario, sinceramente preferimos que se repitan las elecciones generales», sentenció.