Audiencia Nacional
Correa rompió con Bárcenas por irse a un palco de la competencia en el Masters
El partido dejó de contratar con las empresas de Correa a partir de 2004
El supuesto número dos de la «trama Gürtel», Pablo Crespo, desveló ayer la razón por la que, según él, se produjo en 2003 el distanciamiento definitivo entre Francisco Correa y el ex tesorero del PP Luis Bárcenas.
El supuesto número dos de la «trama Gürtel», Pablo Crespo, desveló ayer la razón por la que, según él, se produjo en 2003 el distanciamiento definitivo entre Francisco Correa y el ex tesorero del PP Luis Bárcenas. Fue el propio Correa, explicó al tribunal en su tercera y última jornada de declaración, quien le contó que la discusión –salpicada de «palabras gruesas»– se originó en el Masters de Madrid de tenis de ese año porque Bárcenas acudió invitado a un palco de una empresa de la competencia con la que se disputaba la organización de eventos para el PP, y no al del presunto cabecilla de la red corrupta.
El «malestar» de Correa, no obstante, venía de antes, al percatarse de que Génova, pese a seguir confiando en su empresa Special Events, que dirigía Crespo, para las campañas electorales, ya no le encargaba «actos intermedios» como congresos o jornadas parlamentarias. Su jefe y amigo se lo contó, añadió, porque se trataba de una «cuestión trascendente» al ser el PP su principal cliente. Los temores de Correa se confirmaron, pues el partido dejó de contratar con las empresas de Correa a partir de 2004.
No fue la única ocasión en que el nombre del PP salió a relucir en el juicio del «caso Gürtel». A instancias del abogado de Bárcenas, Joaquín Ruiz Infante, Crespo aireó una supuesta deuda de 125.000 euros del PP gallego con el entramado de Correa, que «jamás se pagó», por los trabajos prestados en las elecciones municipales de 1999, las autonómicas de 2001 y un congreso regional del partido. Una deuda que reclamó incluso por carta en 2003 al entonces presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga. Cuando ya había dejado su cargo de secretario general del PP gallego, Crespo le pidió a Bárcenas y a su antecesor en la Tesorería del PP, Álvaro Lapuerta, que intermediaran para conseguir cobrarla pero, aunque hicieron «gestiones de buena voluntad», se negaron a abonarla al no tratarse de una deuda del PP nacional, lo que Crespo calificó de «injusticia manifiesta».
El supuesto «número dos» de la «trama Gürtel» se refirió a este hecho para poner de relieve que, lejos de beneficiar a Correa, su incorporación al grupo de empresas «le perjudicó» por su sintonía con el ya fallecido José Cuiña, que también fue secretario del PP gallego, «que no era de la simpatía de quien mandaba en aquel momento» (en referencia al propio Fraga).
Tras exculpar a la ex esposa de Correa, María del Carmen Rodríguez Quijano («no tenía absolutamente ningún papel»), al ex contable de la trama, José Luis Izquierdo («no tiene ni idea de contabilidad y era el último escalón»), y a Álvaro Pérez «El Bigotes» («es un artista, pero un desastre en el ámbito económico, porque no tiene límites para gastar, era capaz de arruinar una mina de oro»), Crespo negó haber entregado «ni un céntimo» a Bárcenas y volvió a denunciar las condiciones de su detención en los calabozos policiales antes de declarar ante el juez Garzón. «No pude hacer mis necesidades durante más de 24 horas. A lo mejor es porque tengo una vejiga de titanio», aseguró.
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