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Política

Bildu

Batasuna copará Sortu el 23-F pese a tener prohibida la actividad política

El caso de Pernando Barrena es uno de los más llamativos, ya que su actividad pública es permanente

Dirigentes de Batasuna, como Pernando Barrena (el último de la segunda fila) participaron en la presentación de Sortu larazon

Algunos de los miembros de la llamada «izquierda abertzale», brazo político de ETA, que, según fuentes antiterroristas, podrían formar parte de la dirección de Sortu (partido legalizado por el Tribunal Constitucional), se hallan en libertad bajo fianza y tienen expresamente prohibido participar en actividades políticas, orden de la Audiencia que incumplen de forma sistemática, subrayan los mismos medios.

Entre los que podrían ser dirigentes de Sortu, cuyo congreso fundacional se celebrará el próximo 23 de febrero, se encuentran Pernando Barrena, Joseba Permach y Joseba Álvarez. Los tres tienen vetada, de forma expresa, su participación en actos políticos. En concreto, la Audiencia Nacional, al decretar su libertad, les prohibía realizar o participar en «reuniones, manifestaciones, actos públicos, formación de grupos, coaliciones o partidos políticos de características idénticas o cualitativamente similares a los partidos ilegalizados por el Tribunal Supremo, Batasuna, Herri Batasuna y Euskal Herritarrok».

También estarán en primera línea de Sortu, Rufino Echeverria, Mariví Ugarteburu y Marian Beitialarrangoitia (sobre los que no pesan prohibiciones). Se completa así un panorama que supone, de facto, la vuelta de Batasuna a la primera línea de la política vasca, brazo político de ETA, con lo que ello conlleva de escarnio para las instituciones democráticas y, en especial, para las víctimas del terrorismo. La última «mesa nacional» de Batasuna conocida fue arrestada en octubre de 2007 en Segura (Guipúzcoa). El juicio todavía no se ha celebrado.

Pago inmediato

En el auto, de febrero de 2010, por el que se concedía la libertad a Pernando Barrena, llamado a jugar un importante papel en Sortu, se la imponía una fianza de 50.000 euros, que abonó con una sorprendente rapidez, como si el dinero estuviera ya preparado. La Audiencia Nacional condicionaba su liberación a que no volviera a participar o promover cualquier tipo de «reuniones, manifestaciones, actos públicos, formación de grupos, coaliciones o partidos políticos de características idénticas o cualitativamente similares» a las de Batasuna. El incumplimiento de estas premisas llevaría al dirigente navarro nuevamente a prisión provisional. Un repaso sobre sus actividades en los últimos meses habla por sí solo. Sin embargo, nadie ha promovido su detención.

La posible participación de todos estos individuos en la dirección de Sortu no puede sorprender si se analiza la ponencia que será discutida en su congreso. En ella se habla de la constitución de un Bloque Nacional Popular Independentista. En uno de los documentos de ETA, que sirvieron de base para el «proceso» de negociaciones que se produjo durante la anterior legislatura, entre nacionalistas y socialistas con el entorno de ETA, se comentaba la necesidad de crear un «Bloque Popular Independentista–Bloque Soberanista», que, según los papeles de la banda, se trataría de un «espacio político, sindical y social con proyección institucional (elecciones españolas, francesas, europeas como objetivos básicos)». «Este bloque se configura en un instrumento para modificar la correlación de fuerzas en el espacio abertzale –cambiar la hegemonía histórica del PNV y su actual compañero regionalista Aralar (que los proetarras han conseguido ya fagocitar)– y lograr el reconocimiento nacional y el derecho de autodeterminación».

Las fuentes consultadas subrayan que, pese a la legalización de Bildu, Amaiur y Sortu, al final queda demostrado que detrás de todo este entramado político está ETA, que es la que lleva la batuta y marca los tiempos.