Vestida con uniforme de época de casaca azul, pantalón rojo y sombrero de pluma roja, la Princesa Leonor ha sido la primera de su promoción en desfilar ante la bandera y besarla. En el Patio de Armas de la Academia General Militar y en un acto presidido por los Reyes, ha jurado bandera junto a los otros 410 cadetes de nuevo ingreso que han participado en este acto transcendental en la carrera militar, que supone formalizar el compromiso con la defensa de España y orden constitucional.

A las doce en punto ha arrancado la ceremonia que tiene lugar 38 años después de la que protagonizó su padre, el entonces Príncipe Felipe, también en Zaragoza, aunque con la diferencia de que el hoy jefe del Estado lo hizo en solitario y con una gran representación de las fuerzas institucionales, entre ellas el presidente del Gobierno, los representantes del Congreso y el Senado así como los del Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En la de Leonor, han estado la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el presidente de Aragón, Jorge Azcón, entre otros.

Tras su llegada a la Academia y ser recibidos por las autoridades, los Reyes fueron recibidos con 21 salvas y el himno nacional en su versión más larga. Posteriormente, el Rey ha pasado revista al ritmo de una marcha, y tras saludar a la bandera ha continuado pasando revistas a los cadetes y ha cruzado por delante de su hija, la Princesa Leonor, produciéndose una de las imágenes de la jornada.

Posteriormente, los Reyes se han dirigido a la Tribuna, y en ese momento, Doña Letizia, ha lanzado una mirada a su hija que aguardaba con el resto de sus compañeros de promoción. Tras saludar, de nuevo a las autoridades, los Monarcas han ocupado su sitio en la Tribuna. En entonces cuando ha arrancado unos de los momentos importantes, siguiendo el esquema tradicional y sin grandes modificaciones debido a la presencia de la Heredera, el director de la academia ha tomado la palabra en el Patio de Armas y ha pronunciado la siguiente fórmula: "¡Caballeros y damas cadetes! ¿Juráis por Dios o prometéis por vuestra conciencia y honor cumplir fielmente vuestras obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?". A lo que todos los soldados, incluidos la Princesa de Asturias, ha contestado al unísono, "¡Sí, lo hacemos!". A continuación, el director de la Academia ha continuado, "si cumplís vuestro juramento o promesa, la patria os lo agradecerá y premiará, y si no, mereceréis su desprecio y su castigo, como indignos hijos de ella". Ha terminado diciendo, ¡Soldados, ¡Viva España! y ¡Viva el Rey!, que fueron contestados por un unísono, ¡Viva!

Fue entonces, cuando Leonor ha sido la primera en besar la bandera, la misma que besó su padre y abuelo, que fue encargada por la Reina María Cristina de Habsburgo, viuda de AlfonsoXII y bordada por artistas de la época. Entre aplausos, con semblante serio y bajo la emocionada mirada de Don Felipe y Doña Letizia, la Princesa se ha quitado el sombrero de pluma roja y ha besado simbólicamente la bandera. A continuación, los más de cuatrocientos cadetes de nuevo ingreso han hecho lo mismo, también la emocionada mirada de sus familias. Alrededor de 2.000 personas están presenciando esta ceremonia.

Por último, los 411 cadetes han desfilado a tres bajo el arco formado el sable y la bandera, simbolizando con ello que la patria acepta su juramento. En esta ocasión, la Princesa Leonor ha ocupado el lugar que le correspondía y ha desfilado entre sus compañeros de promoción y como miembro de la compañía 11. Al concluir el desfile, todos los presentes en el Patio de Armas han aplaudido con emoción, incluidos el Rey y la Reina, a los caballeros y damas cadetes tras sellar su compromiso con España.

Tras los discursos del Rey y el director de la Academia, ha tenido lugar el homenaje a los Caídos y ha sonado el himno de la Academia. Y, para terminar, se ha recitado dos artículos del decálogo del cadete, previo al desfile final.