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Barcelona

Amordazadas y con los ojos vendados

Una de las cooperantes ha tenido que ser hospitalizada nada más llegar a Barcelona

Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, las cooperantes liberadas larazon

MADRID-La catalana Montserrat Serra y la madrileña Blanca Thiebaut, las dos cooperantes de Médicos Sin Fronteras, sufrieron un auténtico calvario durante los casi dos años en que estuvieron retenidas por una de las la ramas somalíes de Al Qaeda, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

Las dos españolas fueron secuestradas en Kenia por unos delincuentes de la zona que se las «vendieron» a As Shabaab (los jóvenes), la rama somalí de Al Qaeda. Lo que ha ocurrido en los dos últimos años, y ha perjudicado a nuestras cooperantes es que el grupo terrorista ha vivido varias escisiones, hasta el punto de que la semana pasada se tuvo conocimiento de que una de las facciones asesinó a dos de los fundadores de la banda: Ibrahim Haji Jama Mead, alias «Al-Afghani» y Abul Hamid Hashi Olhayi. La pérdida del control de Mogadiscio, la capital somalí, y diferencias sobre los objetivos, son, entre otros, los motivos de las disidencias.

Montserrat Serra y Blanca Thiebaut fueron separadas desde el primer momento, con el fin de que la soledad contribuyera mejor a mantener el miedo y el control sobre ellas. Muy propio de los terroristas islamistas, que tan preocupados dicen estar por las mujeres, siempre que se sometan a sus dictados.

Para colmo de maldad, según las citadas fuentes, fueron encadenadas y las mantenían prácticamente todo el día con los ojos tapados. Aunque algunas fuentes prefieren aferrarse a la versión de que un secuestro tan lago ha sido obra de vulgares delincuentes, lo cierto es que en determinados zonas de Somalia e incluso de Kenia nada se puede hacer sin el placet de As Sabaab, aunque ahora esté dividida en facciones.

Cooperación internacional

Tan largo cautiverio, y en esas condiciones, afectó a nuestras cooperantes. Blanca Thiebaut fue llevada directamente a Barcelona con el fin de hospitalizarla para que fuera sometida a un completo examen médico. Cuando fue liberada, casi no podía andar y a su sufrimiento se unía el hecho de que padece un defecto en la vista (miopía), por lo que, al tener los ojos vendados, se agravaba su dolencia. De las dos, es la que se encuentra en peor estado.

Durante los casi dos años en que han estado cautivas, los distintos servicios de información internacionales cooperaron con España y han aportado importantes datos sobre su posible localización y que se encontraban con vida, que era, en definitiva, lo más importante . La lógica discreción impide ofrecer más datos que, sin embargo, LA RAZÓN conoce.

La actuación de Médicos Sin Fronteras permitió mantener este asunto, pese a su larga duración, dentro de un gran secretismo. Se comentó, en un principio, que los terroristas pidieron un rescate de diez millones de euros, aunque sobre este asunto, como es habitual en el secuestro de españoles, no se comenta nada . Se sabe que en otros casos se pagó porque, de lo contrario, la liberación no hubiera sido posible y que, por principio, las autoridades españolas son contrarias a llevar a cabo acciones militares de rescate, a diferencia de otras naciones occidentales.

Los familiares de las cooperantes comentaron el viernes que «estaban bien de ánimo a pesar del largo cautiverio», aunque «muy débiles». Por ello, pidieron «apoyo y comprensión» para coadyuvar a su pronta recuperación.

Los responsables de Médicos Sin Fronteras tampoco dieron detalles porque se podría poner «en peligro a muchas personas en Somalia», así como a otras que siguen secuestradas y a los trabajadores de las organizaciones internacionales, la mayoría de los cuales están en manos de ramas regionales de Al Qaeda.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría comentó que el secuestro fue muy largo, «muy difícil y complejo» y «nos ha tenido mucho tiempo en vilo».