El exvicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra no se prediga por las televisiones, así lo aclara él. Lo considera algo efímero, donde uno no puede explicarse bien. Aún así y pese a sus mínimas apariciones públicas, en los últimos días ha sido uno de los protagonistas de la crónica política. "Yo no me gusto mucho a mí mismo, en ningún aspecto", ha admitido el histórico dirigente socialista al comienzo de su entrevista en Espejo Público. Un encuentro en el que, además, ha cargado duramente contra el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez (a partir de ahora "El Otro"), y contra la líder de Sumar, Yolanda Díaz, una política "sin esencia" que va de "peluquería en peluquería".

"Las crisis políticas no tienen por qué derivar en una causa jurídica, pero si se comete un delito sí. ¿Por qué van a tener impunidad los políticos?", se cuestiona Guerra, tras escuchar las palabras de ayer de Sánchez en la ONU, donde allanó el camino para la amnistía y rechazaba la vía judicial para Puigdemont. En este punto, rechaza las palabras del secretario general de los socialistas, que defendió que lo ocurrido el 1-O jamás debería haber derivado en una acción judicial, y asegura que si bien una causa política no debe judicializarse, en este caso estamos hablando de un delito. Además, pone en tela de juicio el proceso que se está llevando para negociar la polémica amnistía: "Si el PSOE tiene que hacer una coalición, debe pasar por el Comité Federal. Una amnistía, también debería". Y sentencia que "la amnistía es un error gravísimo que se pagará caro".

Crítico con las cesiones del PSOE a los independentistas en pro de una investidura de Sánchez, Guerra muestra su rechazo frontal a la idea de una amnistía, el que fuera mano derecha de Felipe González, ha acusado a Sánchez de "mentir" en campaña electoral, cuando dijo que no habría indultos y luego sí los hubo: "¿Como se llama a eso? Es una incoherencia total". Sin embargo, al igual que ya manifestaran otros históricos del socialismo, Guerra tiene claro que no habrá repetición electoral si la investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, fracasa. "No habrá nuevas elecciones porque se acepta todo lo que pide Puigdemont", ha matizado.

Díaz, de "peluquería en peluquería"

También ha tenido palabras para Yolanda Díaz, una política "sin esencia". Ante las críticas de la líder de Sumar a Felipe González, Guerra ha ironizado: "Le habrá dado tiempo entre peluquería y peluquería". Unas palabras por las que Susanna Griso le ha reprendido y le ha advertido que generarían polémica. El exdirigente socialista ha aprovechado, además, para volver a calificar la reunión de Díaz con el líder independentista Carles Puigdemont de "infamia". "Quien representa al Gobierno no puede ir a ver a un prófugo, que dedica su estancia en Europa a provocar el descrédito de España", ha aseverado.

Y para aquellos que le acusan de desleal, el exdirigente socialista, que insiste en hablar de Sánchez como "El Otro", dice haber sido leal a su partido pero, a veces, le han dejado "colgado de la brocha" al cambiar de posición. En cualquier caso, asegura que nunca votará a la derecha: "Yo he mamado el socialismo desde muy pequeño".

Polémica con las lenguas cooficiales

Lo vivido el martes en el Congreso de los Diputados, con las lenguas oficiales, también ha dado mucho que hablar. A juicio del expresidente, lo ocurrido en el hemiciclo fue "una cosa un poco extraña". Es decir, "cuando hable en vasco un diputado, el de habla catalana no va a recibir la traducción en catalán, lo va a recibir en castellano, o sea que, ¿esto para qué?", se ha preguntado Guerra. Así, considera que esta medida responde únicamente a una "imposición de los nacionalistas", por lo que "no se hace por convicción sino porque Pedro Sánchez necesita votos". En definitiva: "No se debería llegar a la Presidencia a cualquier precio".

En este punto, ante las desorbitadas exigencias de los independentistas y el bloqueo de instituciones como el Consejo del Poder Judicial, el exvicepresidente socialista asegura que "los dos grandes partidos tienen que darse cuenta de que no se puede seguir dependiendo de los nacionalistas".