Defensa
Las Fuerzas Armadas empiezan a notar el “efecto Ucrania”: Defensa se rearma con munición, misiles y bombas
El ministerio comprará armamento para fragatas, cazas y sistemas defensivos por casi 500 millones y creará un reserva estratégica de munición
La guerra de Ucrania está redefiniendo las políticas de defensa de los países europeos. España es uno de los mejores ejemplos. Ante la amenaza rusa, el Gobierno de Pedro Sánchez anunció en plena cumbre de la OTAN en Madrid una hoja de ruta para alcanzar el 2% del PIB en Defensa en 2029. Justo después, el Ejecutivo aprobó un crédito de 1.000 millones para gastos extraordinarios ocasionados precisamente por el conflicto. Y ahora acaba de dar luz verde a cuatro contratos con un presupuesto estimado de casi 500 millones de euros para renovar el arsenal de misiles y bombas guiadas. Pero las medidas y las inversiones no acaban aquí. De forma paralela, el Ministerio de Defensa además ultima la creación de una reserva estratégica de munición de pequeño calibre (5,56 mm) para fusiles y ametralladoras ligeras.
Los contratos, aprobados en el Consejo de Ministros, tienen como objetivo actualizar el armamento que utilizan los aviones de combate, las fragatas y también los sistemas de defensa antiaérea de las Fuerzas Armadas. Merece la pena explicar por qué se ha llegado a este punto. En los últimos años, las inversiones han ido principalmente a grandes programas como el VCR 8x8, la F-110 o el FCAS, quedando en un segundo plano otras necesidades como la modernización de familia de misiles en servicio, muchos de ellos al final de su vida útil, o la compra de munición para mantener los stocks.
La invasión rusa de Ucrania ha cambiado en pocos meses el orden de las prioridades. Las donaciones al Gobierno de Kiev para hacer frente a las tropas de Putin han dejado los stocks, sobre todo, de munición, bajo mínimos, en un país como España que además no ha sido nunca un gran comprador de este tipo de armamento. El jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante Teodoro López Calderón, explicaba hace unas semanas a la perfección la delicada situación actual. “Una de las lecciones aprendidas de Ucrania es que creíamos que ya no existían guerras de larga duración…Los stocks de la OTAN y los nuestros no son suficientes, y lo que es más grave, tampoco podemos conseguirla (la munición) porque las empresas son incapaces de producir al ritmo que se consume en un conflicto”, apuntó en una comparecencia en el Congreso.
Este es un tema, dijo, que los países aliados están revisando. “Tenemos que mejorar”, reconoció, para después destacar que las Fuerzas Armadas ya están haciendo “una inversión importantísima en munición para levantar los stocks”.
Volviendo a la compra de misiles, Defensa ha recibido luz verde para la adquisición de 92 misiles Amraam, modelo AIM-120-C7, del fabricante estadounidense Raytheon por 200 millones. Del total, 35 unidades serán para el Ejército del Aire y del Espacio, en concreto, para sus aviones de combate F-18 y Eurofighter; otros 35, para el Ejército de Tierra con el sistema antiaéreo Nasams que utiliza este misil; y otros para los cazabombarderos Harrier AV8B de la Armada. Los cuatro restantes serán de la versión AAVI (Vehículo Aéreo Instrumentado).
Defensa argumenta que la “adquisición de estos misiles permitirá mantener y actualizar los stocks mínimos de reserva necesarios para las flotas de aeronaves y sistemas de armas que operan este misil, permitiendo con ello a los Ejércitos y a la Armada cumplir con las misiones encomendadas y mejorar sus capacidades en la ejecución de las mismas”.
Misil NSM para las fragatas
El segundo contrato, dotado con 125 millones, permitirá la compra del misil antibuque NSM (Naval Strike Missile) de la empresa noruega Kongsberg Defense & Aerospace (KDA) para las futuras fragatas F-110 y las actuales F-100 de la Armada. Este misil sustituirá a los veteranos Harpoon en el último tercio ya de su vida útil.
La Armada evaluó distintas alternativas al Harpoon, todas europeas, y finalmente eligió el NSM de KDA, la compañía que presentó la mejor oferta económica. Con este misil, las fragatas españolas podrán realizar además ataques selectivos a objetivos en tierra. El contrato, valorado en 120 millones, contempla un primer lote y también incluye un potente plan industrial con varias empresas españolas. Sener será el responsable de los actuadores; el consorcio SMS se encargará de la fabricación de cableado, unidades de potencia, conectores, paneles de actuación y armado; y Navantia integrará el sistema.
Misil Brimstone para los Eurofighter
Defensa también adquirirá el misil aire-superficie Brimstone del consorcio misilístico europeo MBDA. En este caso, el contrato está valorado en 43 millones de euros. La idea es sustituir los misiles Maverick e integrar el Brimstone en el avión de combate Eurofighter del Ejército del Aire y del Espacio, algo que ya han hecho otros usuarios del caza como la Fuerza Aérea británica. La llegada de este misil mejorará sustancialmente la capacidad de destruir objetivos terrestres del Eurofighter.
El ministerio señala que “la capacidad de ataque a superficie táctico del Ejército del Aire y del Espacio está cubierta actualmente por el misil Maverick, integrado en la flota de F-18. La disminución progresiva de dicha flota operativa, la antigüedad de los misiles y la no disposición de ningún misil similar integrado en la flota de Eurofighter, determinan la necesidad de iniciar el proceso de integración y adquisición de un misil de características similares al existente”.
Por último, otros 104 millones irán a la compra de municiones y armamento guiado de precisión (PGM). Este contrato resulta necesario porque, de acuerdo con Defensa, “en el actual contexto de incremento de demanda de los países de nuestro entorno, los plazos de suministro de munición y armamento en general y de munición PGM en particular, son cada vez más elevados pudiendo cuantificarse en años, a lo que hay que añadir los plazos necesarios para la integración en la aeronave”. La adquisición será gestionada a través de la agencia de compras NSPA de la OTAN.
Reserva estratégica de munición
El ministerio que dirige Margarita Robles ha invertido además más de seis millones de euros para crear una reserva estratégica de munición de 5,56x45 mm, la que utilizan los fusiles HK, el arma principal del soldado español, y las ametralladoras ligeras en dotación en las Fuerzas Armadas.
La licitación está actualmente en fase de evaluación en la Junta de Contratación del Ministerio de Defensa, un órgano responsable de la compra centralizada de ciertos servicios, así como combustible o munición, para el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y del Espacio y la Armada. A través de los órganos de compras de cada uno de los ejércitos, Defensa también ha priorizado en los últimos meses la adquisición de todo tipo de munición, desde proyectiles de obuses, hasta granadas de mortero, pasando por munición naval para los cañones de las fragatas. El objetivo como decía el Jemad es “levantar” los stocks en un contexto internacional de gran incertidumbre.