Las claves
El balance a la izquierda del PSOE: diez partidos, siete escaños
Se presentaban fuerzas idénticas, a los que las urnas ha castigado por la fractura interna. Por Andalucía, integrada por seis organizaciones y Adelante Andalucía, con cuatro fuerzas, obtuvieron solo siete escaños en común. Diez menos que una sola marca en 2018
El 19-J dejó un balance negro para toda la izquierda. Al mal resultado de los socialistas, que rompieron el suelo histórico andaluz, se sumó el batacazo de los partidos que competían a su izquierda. Había otras dos candidaturas que rivalizaban por el mismo electorado. Por Andalucía y Adelante Andalucía. Algo que la sociedad andaluza no entendió, o que, directamente es imposible de explicar. Cómo marcas similares no dejan atrás sus pasados, más después de la experiencia electoral. A nivel nacional, la atomización de la izquierda, la debilitó.
Como era de esperar, las urnas volvieron a castigar la fractura de la izquierda. Las disputas internas y la imposibilidad de llegar a acuerdos se tradujo en dos candidaturas prácticamente iguales. Dos papeletas en los colegios electorales, que el votante andaluz no premió.Dos candidaturas que sumaban a diez partidos idénticos, con el mismo programa electoral. Por Andalucía aglutinaba a seis partidos (Podemos, IU, Más Andalucía, EQUO, Iniciativa y Alianza Verde) y Adelante Andalucía (Anticapitalistas, Primavera Andaluza, Izquierda Andalucía y Defender Andalucía). Seis y cuatro partidos, respectivamente.
Si tres son multitud, diez es una cifra que suena a inviable ya en las coaliciones que firma la izquierda y que emerge como una alerta a Yolanda Díaz, que prevé aglutinar bajo a una misma marca a la izquierda de cara a las próximas elecciones generales. Entre diez partidos -Por Andalucía y Adelante Andalucía- sumaron la cifra mínima de siete diputados. Muy lejos de los 17 escaños que sumaron en 2018 Podemos y Anticapitalistas. En total el 16, 18 por ciento de los votos. Hoy, entre ambas suman el 12, 26 por ciento, un punto menos que Vox.
El golpe fue especialmente sangrante para Por Andalucía después de una campaña en la que sus referentes nacionales en Madrid se implicaron de manera explícita. Además, Por Andalucía, fue concebido como el primer experimento de frente amplio de Díaz.
De hecho, en la coalición Por Andalucía, el partido mayoritario que lidera el espacio, Izquierda Unida, solo logro uno de los cinco diputados con representación en el parlamento andaluz, a la candidata a presidenta Inma Nieto. El resto son de Podemos (3) y Más País (1). Por primera vez, desde el año 1982, Izquierda Unida se queda sin representación en el Parlamento andaluz por Córdoba, provincia estrella para IU, la de Julio Anguita.
Las expectativas si fueron optimistas para Teresa Rodríguez, la líder de Adelante Andalucía, que ha entrado por primera vez -sin Podemos- en el Parlamento andaluz con dos diputados, a pesar de que los sondeos demoscópicos la dejaban sin representación.
La pugna en la izquierda ha dejado claro que no gusta al electorado, quien lo ha sancionado severamente la división. Y ni el mal resultado logró que sus principales actores entendiesen que la bronca penaliza en las urnas. De esta manera, unido al batacazo socialista, se cuece la imposibilidad de alternativa a un bloque de la derecha muy fuerte, a día de hoy.
En esta batalla por el relato, tanto la candidata de Por Andalucía, Inma Nieto, como la de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, ahondaron en su rivalidad la misma noche electoral. La primera dejó un mensaje claro a Rodríguez. A su juicio, el hecho de que ésta se presentara por separado fue la consecuencia del declive de la izquierda. Mientras, Teresa Rodríguez minimizó el impacto de que concurrieran por separado como daño principal, se felicitó por su resultado, aunque sí abrió la puerta a que en el futuro, el entendimiento en la izquierda debe ser una prioridad. Sin embargo, el camino no está escrito y ya no se jugará en Andalucía.
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