Defensa
La Armada volverá al Mar Negro con la OTAN en plena crisis con Rusia
El buque «Meteoro» lidera una Agrupación de Medidas Contraminas de la Alianza. Moscú ya vigiló al «Rayo» en verano durante unas maniobras con la misma Fuerza aliada
Entre las diferentes unidades de respuesta rápida de la OTAN están las Agrupaciones Navales Permanentes, una Fuerza multinacional de disuasión que garantiza la presencia naval continua de la Alianza y la primera respuesta aliada ante una crisis. Son cuatro grupos y desde junio España lidera uno de ellos, el de Medidas Contraminas nº2 (SNMCMG-2). Lo hacía con el Buque de Acción Marítima (BAM) «Rayo» de la Armada, el cual ha sido relevado por el BAM «Meteoro», que durante los próximos seis meses se hará cargo de esta Fuerza, cuyo teatro de operaciones es el Mediterráneo y el Mar Negro, un escenario este último marcado por la cada vez más tensa crisis entre Rusia y Ucrania.
Cada año, en diferentes periodos, los buques aliados se despliegan con alguno de estos grupos (hay dos clásicos y dos contraminas), que también patrullan el Océano Atlántico, el Mar del Norte o el área del Báltico. Entre sus funciones principales, además de ejercer como una fuerza de reacción rápida, están la realización de maniobras con marinas aliadas o labores de diplomacia con escalas en diferentes puertos. Y en el caso de los de Medidas Contraminas, también llevan a cabo operaciones de búsqueda y eliminación de artefactos explosivos, entre ellos muchos históricos de la Segunda Guerra Mundial.
Pero la presencia de buques de guerra de la OTAN en el Mar Negro nunca ha gustado a Moscú, que se ha quejado en numerosas ocasiones y vigila con lupa a las fragatas aliadas que navegan por esas aguas, sobre todo a las que se acercan a la Península de Crimea. De hecho, el pasado mes de julio Rusia controló muy de cerca los movimientos del buque español «Rayo», que participaba en las maniobras «Sea Breeze» con otras marinas, entre ellas las de Estados Unidos y Ucrania. Días antes, Rusia aseguró haber realizado varios disparos de advertencia contra el destructor británico «Defender», el cual navegaba por aguas ucranianas que Moscú considera suyas.
Otras fuerzas de disuasión
Así que la tensión está más que asegurada en un mar que baña las costas no solo de Ucrania y Rusia, sino también de otros países aliados como Turquía, Bulgaria o Rumanía. En este último país, los cazas españoles se desplegaron por primera vez hace un año en la Policía Aérea Reforzada de la OTAN, otra de las fuerzas de disuasión aliadas frente al desafío ruso tras su anexión de la Península de Crimea en 2014.
Y no es la única misión de este tipo en la que participan las Fuerzas Armadas españolas, pues también hay 350 militares españoles y carros de combate en Letonia como parte de la Presencia Avanzada Reforzada de la Alianza (eFP). Y una vez al año, los cazas del Ejército del Aire protegen el espacio aéreo de los países bálticos ante las constantes incursiones de aeronaves rusas.
De momento, el «Meteoro» zarpó ayer del Arsenal Militar de Las Palmas ya con la bandera de la OTAN y con una dotación de algo más de medio centenar de efectivos, entre ellos un equipo operativo de seguridad de Infantería de Marina y personal sanitario. Al mando, el capitán de navío Javier Núñez de Prado. Durante los próximos seis meses navegará primero por el Mediterráneo, liderando a otros buques aliados y, en una fecha aún por determinar, cruzarán el Bósforo para adentrarse, ya sí, en el tenso Mar Negro.
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