Atraco
El juzgado cerró la investigación sobre el robo de los ordenadores de Pujol sin encontrar culpables
El juez archivó la causa después de analizar el tráfico de llamadas en el lugar del atraco y el punto en el que se abandonó la furgoneta
El 23 de noviembre de 2020 se produjo el asalto en plena calle de Madrid de una furgoneta cargada con los ordenadores, pendrives y teléfonos móviles del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y sus hijos. Este hecho fue denunciado e investigado por un juzgado de Madrid que, tras analizar el tráfico de llamadas entre el punto del atraco y el lugar donde se encontró la furgoneta calcinada, procedió al archivo de la causa el pasado mes de mayo.Nunca se encontraron las pertenencias de los Pujol y tampoco los culpables, según fuentes conocedoras del procedimiento.
El relato comienza cuando la Audiencia Nacional accedió a devolver las pertenencias que había intervenido a lo largo de los años de entradas y registros a la familia que todavía tiene pendiente sentarse en el banquillo acusada de organización criminal.
A las 19:45 un furgón de mensajería de MRW, contratado por los abogados de Pujol, se dirigía a Barcelona para hacer la entrega, pero sufrió un atraco cuando todavía se encontraba en Madrid. Cuatro individuos que, previamente habían cortado el paso con un todoterreno de color negro, apuntaron al conductor con una pistolas y lo sacaron del vehículo.
Al día siguiente es el propio conductor el que presenta una denuncia en la comisaría de Policía donde destaca que en el interior llevaba relojes de marca. Los atracadores arrancaron el dispositivo de geolocalización del furgón y lo lanzaron a la vía. Lo recuperó un transeúnte no identificado.
La furgoneta fue hallada en Getafe, calcinada y algunos objetos se encontraron esparcidos por la carretera. Ninguno de los Pujol. El 2 de diciembre de 2020, unos días después del atraco, MRW notifica a los abogados de Pujol que da “definitivamente por extraviados” los objetos del transporte contratado.
En la investigación que llevaba a cargo el Juzgado de Instrucción número 8 de Madrid, la policía impulsó una diligencia que puede ayudar a tener alguna pista sobre el robo, el tráfico de llamadas. Cruzan las llamadas entre tres puntos: el lugar del atraco, el punto en el que se encontró la furgoneta y el sitio donde había algunos objetos esparcidos. La investigación no ofreció ningún resultado y el 21 de mayo de 2021 el juzgado dictó auto de archivo. Fuentes policiales consultadas por este periódico añaden que este tipo de atracos no son tan raros y que, si no consta que esta información robada haya sido utilizada casi un año después de lo sucedido, no hay pistas para pensar que los asaltantes buscaran concretamente los ordenadores. No obstante, si la policía encontrara cualquier otro indicio que le permitiera seguir investigando el caso podría reabrirse.
Entre el material sustraído hay 15 pendrive, 8 ordenadores, varios monitores, teléfonos móviles, tarjetas de memoria, táblets y DVDs.
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