Sin fecha
El juez del “caso Ghali” suspende las declaraciones de las jefas de gabinete de Carmen Calvo y Marlaska
Ambas iban a testificar el lunes por videoconferencia desde los juzgados de Madrid en relación a la entrada en nuestro país del líder del Frente Polisario el pasado abril
El juez que investiga la entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, el pasado abril ha suspendido las declaraciones como testigos, previstas para el próximo lunes, de la que fuera jefa de gabinete de la ex vicepresidenta Carmen Calvo, Isabel Valldecabres, actual directora general de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, y de Susana Crisóstomo, responsable de gabinete del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Según confirman fuentes jurídicas, el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, ha tomado la decisión tras constatar las dificultades para que esas comparecencias se celebrasen, según lo previsto, desde los juzgados de Plaza Castilla, en la capital de España.
Como informó LA RAZÓN, por un lado desde el Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid (el que por exhorto se fijó para que compareciese de forma telemática Valldecabres) se comunicó que “ese día están de guardia” y “no se hacen videoconferencias”, por lo que trasladaban al instructor la necesidad de “fijar otra fecha para que se pueda llevar a cabo” esa testifical.
Por si fuera poco, desde el Juzgado de Instrucción número 45 de Madrid -donde debía declarar Crisóstomo- se puso en conocimiento de Lasala que el pasado día 4 se mandó un burofax a la jefa de gabinete de Grande-Marlaska para entregarle en mano la citación, pero “no se presentó en sede judicial, por lo que el secretario de dicho juzgado dijo que se le mandara otro para su citación” el próximo lunes. “Habrá que esperar a ver si se presenta”, se apuntaba. Pero, según fuentes del Ministerio del Interior, Crisóstomo no ha recibido ninguno de esos dos burofaxes.
La llamada a Exteriores
El instructor quiere interrogar a la actual directora general de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para que aclare quién le instó a llamar el pasado 15 de abril (tres días antes de la llegada del líder del Frente Polisario a nuestro país, una acogida por razones “humanitarias” que desencadenó una grave crisis diplomática y migratoria con Marruecos) a Camilo Villarino, entonces jefe de gabinete de la ministra de Exteriores Arancha González Laya, también imputada, para preguntarle si sabía algo de la llegada de Ghali.
En cuanto a la jefa de gabinete de Marlaska, el instructor pretende que le dé su versión sobre la llamada que efectuó a Villarino el 23 de abril en la que le trasladó (según conto al juez el diplomático) que la Policía Judicial había recibido una orden de la Audiencia Nacional de localizar a Ghali, investigado en dos causas por delitos de genocidio, torturas y detención ilegal (una de ellas sería archivada tras la declaración del líder polisario ante el juez el 1 de junio). Lasala también quiere esclarecer si Interior estaba al corriente de la llegada de Ghali y si se escoltó la ambulancia en la que el líder polisario fue trasladado de Zaragoza a Logroño, así como si en el hospital San Pedro le estaban esperando agentes.
Según Villarino, el 1 de junio contactó con la directora de gabinete de Marlaska (tras cerciorarse de que Ghali ya había declarado ante el juez Santiago Pedraz por videoconferencia y era “libre de irse”) para que escoltasen la ambulancia que le iba a llevar a Pamplona, pidiéndole “expresamente” que le sometiesen a un control de documentación. El diplomático declaró tras saber que el líder polisario se había registrado en el hospital San Pedro de Logroño con documentación falsa (a nombre de Mohamed Benbatouche, que según se ha sabido ahora fue expedido el mismo 18 de abril), quería que quedase constancia de que viajaba con el supuesto pasaporte diplomático argelino “que tenía cuando llegó”. Pero lo cierto es que Ghali regresó a su país sin exhibir documentación alguna.
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