Convención PP
García Egea, el otro «general secretario»
Centro de todas las críticas por las batallas territoriales, su estrategia ha funcionado: «Sabe por dónde hay que ir y lo hace»
Reconstruir al PP «no ha sido una tarea fácil». Pablo Casado tomó el timón del partido hace tres años después de que miles de afiliados confiaran en él en uno de los momentos más difíciles de su historia. Era fundamental «reorganizarse para resistir» y esa fue la misión que le encomendó al secretario general, Teodoro García Egea: «Marcar el rumbo y mantenerse firme» algo que, confesó ayer el número dos del partido, «solo se aprende si se interioriza a Kipling».
Tras coger un PP abatido y dividido, García Egea asumió el trabajo de fontanero jefe, una labor que siempre es discutida y criticada pero, en su caso «ha acabado funcionado», confiesan miembros de su equipo. «Lo ha ejercicio sabiendo por dónde hay que ir, y lo hace», una tarea con la que ha logrado cohesionar a los territorios y hacer a todo el PP «casadista».
El discurso del secretario general de ayer era importante también en clave interna después de los procesos congresuales que ha habido y el partido le mostró su espaldarazo. «Hoy se ve que la estrategia ha sido la adecuada. Cuando la tormenta está encima sólo los grandes equipos son capaces de ver detrás de las nubes», dijo García Egea en reconocimiento a su equipo. Y, para conseguir coser los territorios y reilusionar ha confiado en nuevos cargos que «están funcionando». A nivel interno, destaca como jefe de gabinete Pablo Cano y otro de los pilares ha sido la organización del partido representada en la vicesecretaria Ana Beltrán y el secretario Alberto Casero.
También la renovación de sus líderes territoriales ha sido otro de los pilares. García Egea se refirió a Casado como un «creador de líderes, una persona leal, uno de esos que llaman imprescindibles porque luchan toda la vida». Y en esa apuesta del líder del PP no solo está la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso o el alcalde madrileño José Luis Martínez Almeida sino que destaca la renovación en Valencia con Carlos Mazón y María José Catalá, dos líderes que han conseguido «volver a ilusionar» al partido valenciano y donde ha fijado su próximo objetivo como territorio clave para recuperar la hegemonía perdida para alcanzar La Moncloa donde, además, las encuestas les dan buenos pronósticos. Ocurre lo mismo en Baleares con Marga Prohens, donde los sondeos demoscópicos ya le dan como primera fuerza política.
En estos dos perfiles concretos ha trabajado mucho la dirección general con el fin de lograr reactivar el partido, sacar músculo, que en las sedes vuelva a haber gente, nuevas afiliaciones y un trabajo coordinado entre la nacional, la provincial y resto de comunidades. De hecho, una tarea que se les ha encomendado a todos los vicesecretarios del partido es que cada semana estén presentes en toda España porque «eso también hace equipo».
Unidos, “se gana”
Los presidentes provinciales están casi todos renovados en su totalidad y, salvo alguna situación donde hubo aristas, se ha hecho sin ningún problema. «Con mucha negociación, sumando y dialogando» junto con la firme convicción de que solo unidos se gana, ha sido la estrategia marcada por García Egea.
Con «The final Countdown» de fondo, el secretario general del PP se dirigió ayer a los miembros del partido asegurando de que Casado «es el artífice de traer de vuelta al PP. Y contigo llevaremos a España al lugar más alto», dijo.
En su discurso «Sin partido, no hay gobierno» resumió los tres años del presidente del PP a través del «legado más importante que podemos dejar como partido» que consiste en «unir para ganar, ganar para gobernar y gobernar para ofrecer un proyecto de futuro a los españoles» al tiempo que recordó la importancia de unir al centro-derecha algo que dijo es «imprescindible» para poder alcanzar la Moncloa.
Puso en valor los gobiernos autonómicos del partido y mencionó los acuerdos que los populares tienen en algunos territorios con Ciudadanosincidiendo en que «ningún pacto puede alejarnos de la vocación de partido mayoritario para la que nacimos ni de nuestros principios». García Egea puso como ejemplo de un gobierno de la libertad el de Andalucía, donde fue necesario «unir para ganar, ganar para gobernar».
«Los llamamos gobiernos de libertad». Insistió en que esos son los gobiernos de la «centralidad» y que «continuamos formando gobiernos sólo con los que respetan nuestros principios programáticos», manteniendo sus principios intactos, distanciándose así de Vox. Avisó de que el objetivo del PP es lograr 176 escaños y defendió que «siempre que haya que elegir entre defender a nuestra tierra o defender las siglas de nuestro partido se defiende primero nuestra tierra, eso es ser del PP».