El Congreso se reunirá la semana que viene para decidir si cita a Sánchez a dar explicaciones sobre Afganistán

La acción de los partidos de la oposición en el Congreso de los Diputados para forzar al presidente del Gobierno a dar explicaciones sobre la gestión del Ejecutivo en la crisis afgana ha dado sus frutos. La Diputación Permanente se reunirá la próxima semana para decidir si cita a Pedro Sánchez en un pleno extraordinario dado que hasta el próximo 1 de septiembre no comienza el periodo de sesiones ordinario.

Ha sido el Partido Popular quien ha registrado esta semana una petición de comparecencia del presidente del Gobierno en un pleno extraordinario para su debate en la Diputación Permanente, con el objetivo de que Sánchez informe a sus señorías sobre la repatriación del personal diplomático y de los colaboradores afganos allí atrapados. Desde Vox y Ciudadanos, por otro lado, han reclamado ya la comparecencia de los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa -José Manuel Albares y Margarita Robles, respectivamente- para que informen al Parlamento sobre la situación de los intérpretes afganos y del resto de la delegación española ante el caos en que se encuentra sumido el país. «Exigimos al Gobierno una repatriación que ya tarda demasiado», ha exigido el líder de Vox, Santiago Abascal en estos días.

Precisamente hoy el líder del PP, Pablo Casado, ha insistido en esta idea. Si bien el presidente del Gobierno ha interrumpido sus vacaciones cuatro días después de que se iniciara la crisis en Afganistán, ha sido principalmente la presión de la oposición la que ha llevado a este extremo. Pablo Casado ha acusado al Gobierno de ser una “jaula de grillos” y ha instado a Sánchez a comparecer en el Congreso de los Diputados, al tiempo que ha vuelto a criticar que siga de vacaciones.

Una comparecencia extraordinaria que puede ser revocada, con toda seguridad, al igual que lo fue la petición de la oposición de que los nuevos ministros explicaran en la Cámara Baja sus proyectos para sus ministerios. El PSOE se garantizó entonces, gracias al apoyo de sus principales socios parlamentarios, que las peticiones naufragaran. Dependerá, finalmente, de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que su comparecencia se produzca antes del inicio del curso político en septiembre.