Declaración
Bárcenas amaga con más papeles de donaciones electorales
Dice que el PP le ofreció medio millón por retocar las cuentas opacas
Durante sus cuatro horas y medias de declaración, que continuará hoy, Luis Bárcenas no solo implicó a Rajoy y a altos cargos del PP en el supuesto cobro de sobresueldos en negro. El ex tesorero dejó caer que dispone de más papeles a buen recaudo con «documentación con aportaciones de empresarios para la campaña nacional con contenido exclusivamente electoral». El fiscal Antonio Romeral quiso saber si ha aportado ya esos documentos al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que investiga si esas aportaciones de empresarios se efectuaron a cambio de adjudicaciones, pero Bárcenas se remitió a su abogado.
El ex tesorero del PP, que pidió declarar sin mascarilla porque le faltaba el aire, desveló también que cuando El País publicó los papeles de esa contabilidad opaca, le convocaron a una reunión en el despacho del abogado de Álvaro Lapuerta en la que le plantearon «la preocupación que había en el partido» respecto a esos documentos. En esa cita, detalló, el letrado Javier Iglesias le ofreció 500.000 euros para que reescribiera esos papeles «variando los conceptos y las cantidades de cara a hacerlos públicos y crear la duda en la opinión pública de cuáles eran los buenos y cuáles los malos», dando a entender así que se había producido «una manipulación por parte de alguien para perjudicar al Partido Popular». A cambio de ese dinero, que según afirmó procedía de aportaciones de empresarios, el PP se habría comprometido a zanjar las demandas laborales contra él. Sin embargo, rechazó el ofrecimiento porque, defendió, lo que le correspondía como indemnización eran 975.000 euros.
Durante su declaración, el ex senador ahondó igualmente en los motivos por los que los empresarios donaban dinero. «Las empresas se aproximan al partido en función de que entienden que tiene capacidad para echarles una mano luego. El altruismo en estas cifras no existe». «Estas cantidades que entregan las empresas está claro que son siempre a cambio de algo, lo que no quiere decir finalismo en el sentido de que el importe de la obra se tiene que corresponder con un porcentaje determinado, pero sí es abonar un poco el terreno para que cuando se pida algo se sea receptivo».
Bárcenas no tuvo reparos en achacar la responsabilidad a su antecesor, el fallecido Álvaro Lapuerta, quien según él era «la persona que si descolgaba el teléfono y quería hablar con un secretario de estado o un ministro, tenía la garantía de que le iban a atender por la relevancia de la persona, que no tenía el gerente que era un puesto técnico y absolutamente administrativo».
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