El ex jefe de Asuntos Internos de la Policía Marcelino Martín Blas se ha desvinculado este lunes del espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas que llevó a cabo el excomisario José Manuel Villarejo, el presunto cabecilla del considerado por la Fiscalía Anticorrupción un “clan policial mafioso”.

Según explican a LA RAZÓN fuentes presentes en la declaración como imputado de Martín Blas, este comisario principal jubilado negó haber ordenado a la unidad de Asuntos Internos que hiciera seguimientos a Bárcenas y a su mujer, Rosalía Iglesias. En 2013 el extesorero del PP había amenazado con tirar de la manta, y reconocer la financiación irregular del PP, pero también el pago de sobresueldos a dirigentes de la formación conservadora, como por ejemplo es el caso del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.

Las mismas fuentes explican a este diario que el fiscal de Anticorrupción Miguel Serrano también ha preguntado a Martín Blas sobre los posibles motivos por los que Villarejo habría investigado su vida privada, tal y como ha descubierto la Policía al analizar la ingente documentación que requisó al excomisario tras el registro de sus vivienda en Boadilla del Monte (Madrid).

Antagonista de Villarejo

Martín Blas como exjefe de Asuntos Internos fue el gran antagonista de Villarejo, con quien ha mantenido durante varios años un enfrentamiento. El ex director adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino reconoció en una de sus declaraciones como imputado que la disputa entre ambos se inició después de que Martín Blas reclamara investigar a varios policías por las filtraciones de “Gürtel”, pero sobre todo tras incluir a un hijo de Villarejo en la denominada “Operación Emperador” contra el lavado de dinero negro de una parte de la comunidad china en España.

El ex jefe de Asuntos Internos está imputado después de que algunos de los cabecillas de la “Kitchen” aseguraran que su Unidad también había participado en el espionaje a Bárcenas. Sin embargo, el ex inspector jefe de la Sección de Vigilancia y Seguimientos Jesús Vicente Galán negó en sus declaraciones, como testigo y como imputado, que recibiera una orden de Martín Blas en ese sentido.