Gobierno

Nueva tensión entre PSOE y Podemos ante el 8-M: la aprobación de la ley trans

Moncloa admite que la ley se encuentra en una “base muy inicial” y no reconocen el borrador de Igualdad que recoge la autodeterminación de género

Toma de posesión de Irene Montero
La ministra de Igualdad, Irene Montero tras recibir la cartera de manos de la vicepresidenta primera Carmen Calvo, durante la toma de posesión de su cargo, hace un añoJavier LizónAgencia EFE

Las políticas de igualdad vuelven a tensionar al Gobierno. Si hace justo un año, la ley de Libertades Sexuales conocida coloquialmente como “solo sí es sí” marcó una de las primeras crisis entre los socios de la coalición, en los días previos a la celebración del Día Internacional de la Mujer (8-M), la ley Trans que elabora el Ministerio de Igualdad dirigido por Irene Montero vuelve a convertirse en motivo de discusión en el seno del Gobierno.

Desde Igualdad, impulsaron la Ley de Libertades Sexuales con el fin de que llegara al Consejo de Ministros antes del 8-M, para dar visibilidad a la agenda feminista morada y mostrarla como un logro ante sus votantes coincidiendo con la manifestación. Ello provocó la primera batalla pública del Ejecutivo de coalición, que se saldó incluso con el señalamiento del vicepresidente segundo al ministro de Justicia, al que tildó de “machista frustrado”.

Un año después, el Gobierno de coalición se enfrenta de nuevo a una pugna entre ambos socios por llevar la agenda feminista. Desde Igualdad ya tienen listo el borrador de las leyes LGTBI y Trans que aborda el debate sobre la autodeterminación de género y ha sido entregado a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, en mano, la pasada semana. Pretenden, además, tramitar ambas leyes por separado y el objetivo de la cuota morada es tener listas ambas normas en la primera quincena de febrero, para visibilizar, otra vez más, el triunfo de las políticas feministas en el Gobierno de coalición con motivo del 8-M.

La ley trans de Igualdad incluye la autodeterminación de género sin necesidad de requisitos previos. Sin embargo, desde el PSOE no son partidarios de excluir el criterio de los expertos porque admiten que se trata de un tema complejo, aunque sí entienden que se debe aligerar la burocracia que lleva aparejada el proceso. El borrador de Igualdad recoge en su artículo uno que “toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad de género libremente manifestada, sin la necesidad de prueba médica” y se establece que a partir de los 16 años cualquier persona podrá solicitar la “rectificación registral” de la mención relativa al sexo con “una declaración expresa” de la persona interesada. Se elimina cualquier requisito médico o psicológico,

Desde el PSOE echan el freno a las prisas de los morados y ni siquiera han avalado todavía que la ley de LGTBI y la Ley Trans se vayan a impulsar como dos textos y apuestan por fusionarlos en uno. Desde el PSOE inciden que la ley está en “una base muy inicial” y observan ya “algunas lagunas jurídicas”, en la misma línea que ocurrió hace un año con la ley de Libertades Sexuales, pues quieren que el texto esté “blindado” ante eventuales recursos que suelen llegar del espectro de la derecha a este tipo de leyes. Mientras, desde Igualdad mantienen su órdago y quieren incluir en la redacción el cambio de sexo legal sin necesidad de requisitos previos. Los socialistas recuerdan que, las normas necesitan los informes de otros ministerios. De hecho, Moncloa aclaró ayer en una nota que el borrador es exclusivamente obra de Igualdad y no la propuesta del Ejecutivo. “Es la posición de Igualdad, que recoge de forma nítida la de Unidas Podemos”. “No es un texto del Gobierno”, zanjan. Los socialistas censuran la filtración “precipitada” por parte del ministerio de Montero y aseguran que todavía queda trabajo por hacer, entre otras cuestiones, que se pronuncien otros ministerios implicados como el de Sanidad o el de Justicia, con el objetivo de dotar de mayor entidad la norma.

Igualdad, en el centro del cisma

El debate se produce, además, en un momento clave para ambos socios en los que luchan por la agenda feminista. El PSOE registró el pasado 21 de enero en el Congreso de los Diputados su proposición de ley integral para la igualdad de trato y no discriminación. Una iniciativa que pretende “garantizar la igualdad de trato de todas las personas, combatir el racismo, reparar y atender a las víctimas de discriminación”, y que se presentó sin contar con Unidas Podemos a pesar de que ambos grupos parlamentarios habían acordado trabajar en ella. Ello causó un “enorme malestar” en el seno de la formación morada, que todavía no ha desvelado cuál será su sentido de voto cuando se debata en el Congreso la proposición de ley.

En el ADN de los socialistas se encuentra la bandera feminista y no van a renunciar como partido por agitarla. De hecho, la vicepresidenta primera, quien encarna estas políticas, anunció la pasada semana un congreso feminista para este verano para fijar las posiciones del partido en la materia.