La Fundación Disenso que impulsó Vox debate hoy sobre el futuro de la libertad de expresión ante la amenaza de las grandes empresas tecnológicas. Para ello han fichado al ex diputado de Cs, Juan Carlos Girauta que asegura que participa “encantado”. Le llamó el propio presidente de la Fundación, Jorge Martín Frías y el ex diputado de la formación naranja aceptó. “Estoy encantado de discutir un tema importantísimo” como es la conversión de unas empresas tecnológicas en una “oligarquía que puede matar civilmente a la gente” desconectándola de todo. Asegura que diría también “sí” en el caso de que le invitara FAES e incluso si lo hiciera la fundación Pablo Iglesias, aunque, asegura: “No creo que me llamen nunca”.
- ¿Se ve en Vox?
-No es que me vea o no me vea en Vox, es que ya no me veo en política, ni tampoco voy a militar en ningún partido más. Si hubiera querido seguir me habría quedado en Cs y, posiblemente, le habría disputado la presidencia a Arrimadas. Yo hace muchos años que considero imposible la vida de partido. Entré en Cs porque porque me lo pidió Rivera. Hace mucho tiempo que no tengo ningún interés de estar dentro de ningún partido, ya tuve bastante. La política me interesa en el plano puramente teórico y de la batalla de ideas.
-Pero sí que le habrán querido fichar, ¿no?
-Tengo buena relación con Santi (Abascal) y con Pablo (Casado) y también con muchos de los que se han quedado en Cs. Yo devolví el carné de Ciudadanos y no era solo porque estaba en contra de lo que el partido estaba haciendo, que también, sino como forma de desvincularme; porque no quiero saber nada de la disciplina de partido y tener que apoyar el cien por cien de las cosas que un partido decide.
-¿Cree que Vox es ahora mejor que Ciudadanos en su forma de hacer política o sus ideas?
-En su forma de hacer política Vox está sosteniendo gobiernos autonómicos con total generosidad. Y, en cuanto a las ideas... yo soy liberal y en principio Cs se ha ido del espacio liberal dando un espacio de indefinición con el que está ahí para lo que haga falta. Ciudadanos no está en ningún sitio.
Vox también está denunciando cosas que denunciaba Ciudadanos que es el nacionalismo y la indefensión o el haber permitido que el nacionalismo se impongan y que los golpistas no sean considerados como tal, sino como gentes políticas válidos. A mí Vox no me ha decepcionado porque yo no he estado en Vox. Apruebo la valentía de los partidos que plantan cara al nacionalismo.
-¿Qué le parece que Ciudadanos haya recurrido a los fundadores para recuperar la ilusión?
-Entre esos fundadores había alguno, que es el que ha tirado de todos los demás, y que en su momento encabezó la oposición a la vía del nuevo ideario que presenté yo en el congreso y que ganó; y se oponían a eso. Alguno de los que se mostró muy en contra por el hecho de que no apoyáramos a Pedro Sánchez... Y los demás lo que han hecho ha sido descafeinar el comunicado público porque, como apoyo solo viene a decir que Cs es un partido útil, no pide ni el voto.
-¿Y sigue siendo útil?
-Para formar una mayoría, en un momento dado, puede ser útil. Pero Ciudadanos ya no es Ciudadanos en el momento en el que se entrega con armas y bagajes a Pedro Sánchez, y entonces pasa a ser un partido con vocación de bisagra. En el partido en el que yo estuve no queríamos ser vicepresidentes de nadie sino ganar las elecciones. La gran diferencia es que entonces era un partido con voluntad de gobernar y ahora tiene vocación de bisagra y por ello tiene que afinar para los dos lados y si es así, no eres el centro de referencia.
-¿Cree que va a haber más miembros de Cs que darán el paso de irse a otro partido?
-Sí, estoy convencido. Ni lo aplaudo, ni lo deploro; pero creo que es un fenómeno que va a suceder necesariamente porque nosotros hicimos muy grande a Cs, se implantó en muchas administraciones públicas y parlamentos y cuando eso se encoje -y a ver cuánto se reduce en las próximas elecciones en Cataluña-, seguro que aceptarán ofertas de otros.
-¿Cree que la herencia “Riveristas” es la que lastra a Arrimadas?
-¿Quiénes son los Riveristas? Los autonómicos no son Riveristas sino personas que, gracias a la política que encarnaba y simbolizaba Albert, se hicieron vicepresidentes de sus comunidades autónomas, y algunos se olvidaron de por qué lo eran, y llegaron a creerse que les habían elegido a ellos por ser ellos. De Riveristas tenían poco, como se demostró en su día. ¿Que lastran ahora a Inés (Arrimadas)? Yo creo que en cualquier partido en el que se permiten las baronías ya hay un lastre.
-¿Cree que Cs acabará fagocitada?
-Bueno, está en vías de ser insignificante. Es posible que siga existiendo un Ciudadanos que haga de bisagra en España, que pueda sacar tres diputados y también en comunidades autónomas. Con todo el respeto, a mí esa política no me interesa. A mí me interesa hacer política para España. ¿Qué horizonte político es ser un partido bisagra?
¿Cómo vio la ruptura del PP con Vox?
-Me pareció un error muy grave de Pablo Casado. Puedes romper si es una competencia pequeña, pero siendo un partido grande ya -como Vox- del cual dependen tus gobiernos... Decirle que estaba fuera del marco de la democracia, o ir a llamarles franquistas... Me pareció una barbaridad. Es un error político porque lo que hace es ahondar la brecha entre dos formaciones que se van a necesitar. Si ganara Abascal las elecciones, ¿Pablo Casado le preferiría o investiría a Pedro Sánchez? Esa respuesta daría mucha información al electorado.
-¿Ve el “sorpasso” de Vox en Cataluña?
-Puede dar el “sorpasso” a alguno, porque todavía no sabemos las dimensiones del desastre que pueda tener Ciudadanos. Habrá una caída brutal de votos de Cs. Si tienen razón los que dicen que el votante naranja era de izquierdas y antinacionalista se irán al PSC, y si tenemos razón los que considerábamos que era un votante antinacionalista que podría ser de izquierda o derecha y votaba al partido nacionalista, entonces se distribuirá entre PP, Vox, el PSC y la abstención. Vox es un partido que tiene un discurso antinacionalista claro como lo tiene el PP de Alejandro Fernández.
-¿Usted ve a Vox como un partido de “extrema derecha”?
-Por supuesto que no. La extrema derecha es una cosa que no se corresponde con la actuación de Vox. La extrema derecha para empezar, para poderla llamar así, deberían darse al menos algunos requisitos como por ejemplo que defendieran sus postulados violentamente o que estuviera por un golpe de Estado. Por un golpe de Estado he visto a ERC, Bildu, a los de la ex Convergencia, al PNV aplaudiéndolo también y a los Podemitas aplaudiéndolo y diciendo que Puigdemont es exiliado y a PSOE diciendo que el golpe de los separatistas catalanes fue culpa de todos.