Estrategia

Arrimadas tira de Carreras y Boadella para reflotar Cs

El partido busca una solución inmediata a los malos pronósticos electorales, con vistas a las elecciones catalanas del 14 de febrero

Francesc de Carreras y Albert Boadella
Francesc de Carreras y Albert BoadellaAlberto R. roldánLa Razón

Ciudadanos se mueve deprisa con el objetivo de lograr un impulso que esperan que se traduzca en apoyo electoral, tanto en un cortísimo tiempo de un mes, como a un medio plazo y de cara a las próximas elecciones generales. Es una tarea en la que los naranjas llevan trabajando meses –desde la salida de Albert Rivera de la presidencia que dejó tras pasar de 57 escaños a 10– pero en la que ahora deben redoblar sus esfuerzos con vista a la fecha del 14 de febrero en Cataluña. Los comicios catalanes se viven en la esfera política en clave nacional, como una forma de reforzar los liderazgos de los principales partidos.

Conscientes de que los continuos sondeos demoscópicos no reflejan el rédito electoral esperado –el último sondeo de LA RAZÓN pronostica entre 10 y 11 escaños para los de Inés Arrimadas y el CIS catalán, a prevé una drástica reducción a casi la mitad de sus escaños de cara al 14-F,– el partido ha decidido echar de mano de parte de los fundadores de Ciudadanos, quienes fueron símbolo de fuerza y arrastre en las elecciones generales de 2015 y 2016. Una decisión que llega después de la salida de la número dos de Cs en Cataluña, Lorena Roldán al PP y tras tener la convicción de que los populares tratarán de absorber en el futuro más cargos naranjas a sus listas.

La estrategia que los naranjas han escenificado en los últimos meses en el Congreso tratando de presentarse como la opción B del Gobierno para que rompa con los independentistas, no parece convencer a sus ex electores, de momento. Es por ello que el partido presume abiertamente de contar de nuevo con el apoyo de dos de los promotores de Cs. Son los intelectuales Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional y Albert Boadella, dramaturgo catalán y fundador de la compañía Els Joglars, ariete contra el independentismo. Ambos rompieron su carnet naranja, Carreras por el acercamiento de los naranjas a Vox y Boadella por tratar de tejer pactos con Pedro Sánchez.

El partido trata con esta fórmula de arroparse del prestigio de sus promotores como un modo de salvavidas. De hecho, presume públicamente de haber logrado volver a unificar entorno a su proyecto a sendas figuras. La propia presidenta de Cs, Inés Arrimadas, lo dejó entrever esta semana en una entrevista en Telecinco donde aseguró que había mantenido una conversación este domingo con «una de las esencias de Ciudadanos» y que, aunque «hubo un momento en que perdió la ilusión por el proyecto» ahora «está muy ilusionado de nuevo», en referencia a Carreras. Respondía así ante la decisión de su ex portavoz Lorena Roldán de sumarse al PP y recalcaba que «desde luego, las esencias de Cs no están en el PP».

Fuentes de Ciudadanos confirmaban poco después a este diario este movimiento estratégico asegurando que Carreras «ha manifestado abiertamente, en público y en privado, que Cs está haciendo lo correcto en esta nueva etapa». De hecho, resuelven que «las esencias» del partido «corresponden exactamente con la línea seguida por Arrimadas de fortalecer el espacio de centro, constitucionalista y que actúa con responsabilidad». Así, valoran «muy positivamente» que personas como Carreras o Boadella, «encuentren la ilusión en este proyecto». El partido también saca a colación el encuentro mantenido entre Boadella y Carlos Carrizosa, candidato de Cs a presidir la Generalitat, una cita en la que el dramaturgo mostró su «adhesión y fidelidad» al partido y su apoyo al dirigente catalán.

Ambos fundadores del partido, en conversación con este diario, rechazan dar un paso más allá del apoyo a la formación, es decir que ni formarán parte de la lista de Cs a las elecciones catalanas ni volverán a integrarse en el partido, sino que se encuentran predispuestos a apoyar a la formación de manera simbólica si se les llama a acudir a actos puntuales de los naranjas, como han hecho en repetidas ocasiones, como cuando Arrimadas presentó la «vía 221» tras las elecciones del 10-N con el objetivo de lograr un gobierno constitucionalista con los votos del PSOE, PP y Cs. Francesc Carreras defiende el papel de Cs de «vuelta a la centralidad» y cree en la «utilidad» del partido, para el que pronostica que «no necesita demasiados escaños» y lo compara con el trabajo de Convergencia en el Congreso. «Creo que Cs sigue siendo un partido útil para estabilizar el centro, sin necesidad de requerir a los extremos que quieren cargarse el sistema», refrenda.