Ejército de Tierra
Una nueva vida para el helicóptero “Chinook” del Ejército de Tierra
La compañía Boeing trabaja en la modernización de sus 17 aeronaves para que sigan operativas más allá de 2040
Con un peso de casi 11.000 toneladas y una longitud de 30 metros, el “Chinook” CH-47 es el helicóptero con mayor capacidad de carga de las Fuerzas Armadas españolas. Es fácilmente reconocible por su doble hélice (con tres palas cada una) y su rampa en la parte trasera del fuselaje para la carga de material y efectivos. Se trata de una aeronave diseñada por la compañía estadounidense Boeing en la década de los 60 para responder a las necesidades de transporte en la guerra de Vietnam. En este conflicto, precisamente, adquirió fama internacional. Hoy no solo sigue a pleno rendimiento, sino que parece que no hay quien lo jubile.
En España, este modelo de helicóptero está operativo desde 1973 en las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet). Las primeras unidades llegaron en la versión “Charlie” (CH-47C) y fueron actualizadas a la versión “Delta” (CH-47D) en los años 90. En la actualidad, las Famet operan una flota de 17 helicópteros encuadrados en el Batallón de Helicópteros de Transporte V (Bheltra V), ubicado en la base Coronel Maté de Colmenar Viejo (Madrid).
Casi medio siglo después de su entrada en servicio, los “Chinook” españoles están inmersos en una nueva modernización para dar el salto a la versión “Foxtrot” (CH-47F) y extender su vida operativa más allá del año 2040. El programa echó a andar en 2018. Ese año, el Gobierno aprobó una inversión de 820 millones de euros para la actualización. Por lo tanto, el presupuesto para la renovación de cada aparato es de unos 48 millones de euros.
En la práctica, es casi como comprar un helicóptero nuevo. El proceso consiste, a grandes rasgos, en instalar en un nuevo fuselaje todos aquellos equipos que todavía funcionan a la perfección e incorporar además una serie de modernos sistemas para convertir la aeronave en un aparato totalmente digital de última generación.
El trabajo comienza en España con el desmontaje de todas las piezas y componentes reutilizables, lo que incluye los motores, las palas de las hélices o las transmisiones. Elementos que no son baratos. En total, se rescatan unos 40 componentes distintos. Los equipos vuelan después en lotes hasta las instalaciones de Boeing en Ridley Park (Filadelfia). Todo cruza el Atlántico excepto las turbinas y las transmisiones de combinación, que se montarán en España cuando el fabricante entregue las aeronaves de la versión “Foxtrot”.
En la planta de la compañía se realiza el ensamblaje de los componentes en la nueva estructura. La diferencia en términos económicos respecto a adquirir una flota totalmente nueva es sustancial. Por cada helicóptero, España se ahorra más de ocho millones de euros.
El Ministerio de Defensa tiene previsto enviar a Estados Unidos los componentes de seis “Chinook” este año. Hasta septiembre, se han trasladado cuatro lotes de equipos hasta la planta de Boeing. Desde el departamento que dirige Margarita Robles explican que el proyecto avanza con normalidad y esperan la llegada a España del primer Chinook modernizado en septiembre de 2021. Dos meses después de lo previsto en un principio.
El coronavirus es el responsable de este retraso. Durante la primera oleada de la pandemia, Boeing tuvo que cerrar durante unos días las instalaciones donde fabrica este modelo y además se encontró con algunos problemas, ya solventados, con sus subcontratistas. En todo caso, esta demora no tendrá efectos en los plazos fijados para la entrega final de los helicópteros al Ejército de Tierra. “Se mantiene el último trimestre de 2021 como calendario de entrega al Ejército de un máximo de tres Chinook modernizados”, señala Defensa. El calendario previsto establece que toda la flota española estará modernizada y de nuevo en servicio en 2025.
Salto del mundo analógico al digital
En el “Chinook” CH-47F, el fuselaje, en lugar de ser metálico, está fabricado en materiales compuestos, con un menor número de remaches, lo que se traduce en una mayor resistencia y menos coste de mantenimiento a lo largo de su vida operativa. Sin embargo, las principales novedades están en el interior. Si en la versión D la aviónica es analógica, en la F es totalmente digital. Este modelo dispone de un sistema automático de control del vuelo y mejoras en el manejo de la carga. A esto hay que sumar nuevas comunicaciones y equipos de navegación o un sistema mejorado de control de vibraciones.
La versión “Foxtrot” española contará también un elemento exclusivo, que no tiene esta misma configuración en servicio en el Ejército estadounidense. Un freno motor en la transmisión de combinación reducirá el tiempo que tardar las palas en detenerse, tras apagar el motor. Este dispositivo facilitará el embarque en los buques de la Armada.
El programa también cuenta con la participación de empresas españolas. El Ministerio de Defensa está pendiente de cerrar tres contratos con la compañía Indra para el diseño y desarrollo de un nuevo simulador del helicóptero y la suite de guerra electrónica y el sistema de planeamiento de misión del helicóptero. El presupuesto conjunto de estos contratos es de 90 millones de euros. Esta partida, adicional a los 820 millones, fue aprobada por el Gobierno el pasado mes de junio.
Esta profunda actualización permitirá incrementar la capacidad de operación en cualquier teatro de operaciones, aumentar la seguridad de los ocupantes durante la ejecución de la misión y asegurar la necesaria interoperabilidad con los Ejércitos aliados. Además, se reducen los costes de mantenimiento a corto, medio y largo plazo. El Ejército de Tierra estima que la nueva versión F requerirá aproximadamente un 56% menos de horas de mantenimiento por horas de vuelo.
Dentro de 20 habrá que replantearse otra vez la jubilación de estas aeronaves. O no.