Startups
Interlune: la misteriosa startup que quiere extraer recursos de la Luna
La compañía liderada por extrabajadores de Blue Origin cierra una nueva y millonaria ronda de financiación
El mundo de la tecnología ahora está girando en torno a la inteligencia artificial. Pero no hace mucho que dos de los CEO más importantes del mundo emprendieron toda una carrera espacial. Hablamos de Elon Musk, con SpaceX, y el CEO de Amazon, Jeff Bezos, con Blue Origin.
Y fue en mitad de esa competición tecnológica que se fundó Interlune. Una misteriosa startup, creada precisamente por extrabajadores de Blue Origin, que está empeñada en extraer recursos de la Luna para usarlos en la Tierra.
15,5 millones de financiación
Para ello, Interlune cuenta con un capital millonario, al que ahora se suma una nueva ronda de financiación cerrada con éxito. Así, esta startup que tiene menos de tres años de vida, ha logrado cerrar una ronda de 15,5 millones de dólares, unos 14,39 millones de euros.
A pesar de que conocemos bien sus números, gracias a los organismos reguladores estadounidenses, lo cierto es que poco se sabe de su actividad. De hecho, desde 2022, cuando cerró una ronda inicial de 1,85 millones de dólares en 2022, han hecho muy pocos anuncios públicos.
Una misteriosa startup
Gran parte de lo que se sabe sobre la startup lo publicó el medio estadounidense GeekWire en octubre de 2023. Fue entonces cuando el CTO de la compañía, Gary Lai, que trabajó durante 20 años en Blue Origin, concedió una entrevista en la que explicó brevemente la actividad de su nuevo proyecto.
“Nuestro objetivo es ser la primera empresa que extraiga recursos naturales de la Luna para utilizarlos aquí, en la Tierra. Estamos desarrollando un enfoque completamente novedoso para extraer esos recursos de manera eficiente, rentable y también responsable. El objetivo es realmente crear una economía espacial sostenible”, comentó.
Unas declaraciones que podrían resultar algo pretenciosas, pero nada más lejos de la realidad si tenemos en cuenta el currículum de Lai. Este ingeniero aeroespacial terminó convirtiéndose en arquitecto jefe de sistemas de transporte espacial de Blue Origin. Además, participó en el desarrollo de cohetes espaciales, incluidos lanzadores y módulos de aterrizaje lunares.
Sin embargo, Interlune está actualmente dirigida por Rob Meyerson, un ejecutivo aeroespacial que fue presidente de Blue Origin durante 15 años. Meyerson también es un prolífico inversor, con inversiones en conocidas nuevas empresas de hardware de Silicon Valley.
El boom de las startups espaciales
En contra de lo que podría parecer, por la dificultad y la inversión requerida para desarrollar actividades económicas viables en el espacio, la realidad es que existe un buen número de nuevas startups espaciales en el mercado estadounidense.
Estas compañías se están centrando en lo que se conoce como utilización de recursos in situ (ISRU). En otras palabras, recolección y transformación de recursos espaciales en productos de valor. Gran parte de esto se debe a la prioridad declarada de la NASA de construir un puesto humano a largo plazo en la Luna a través de su programa Artemis.
De hecho, la agencia espacial estadounidense reconoce que las estancias a largo plazo en el espacio requerirán la capacidad de generar materiales localmente, ya sea para construir carreteras, producir aire respirable o incluso fabricar propulsores para cohetes. Lo cual podría ser una oportunidad de negocio más para estas empresas.
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