Entrevista
“Una granja de cerdos puede usar la misma tecnología que la Fórmula 1” Albert Triola, Oracle
Albert Triola es Vicepresidente Senior de Oracle y dirige el área de Support Renewal Sales en EMEA y la dirección general de España. Parte de su roles ayudar a que los clientes puedan maximizar el uso de la tecnología Oracle a través de sus contratos de soporte, con herramientas proactivas, mejores prácticas. Es Ingeniero de Telecomunicaciones por la Universidad Autónoma de Barcelona y más de 30 años de experiencia en las áreas de Ventas, Marketing, Desarrollo de negocio o Alianzas.
¿Cómo definiría el actual momento de la tecnología”
En este momento la tecnología está viviendo un momento que jamás en la historia ha sucedido antes. Antes, la tecnología, con las grandes capacidades de cálculo, era accesibles sólo para los grandes: las grandes telcos, los grandes bancos, los grandes retailers… aquellas compañías que tenían la capacidad de construirse sus datacenters, poner sus servidores y tener una batería de recursos para gestionar todo aquello. Ha llegado el concepto de la tecnología de la nube, que gestionar entornos de misión crítica, democratizando la tecnología. Esa tecnología que solo era accesible para los grandes ahora lo esté para cualquiera. La tecnología que RedBull utiliza con Oracle para simular miles de millones de veces una carrera para sus pilotos puede ser utilizada una pyme española que sea una granja de cerdos. Da igual el tipo de compañía. Eso jamás había sucedido antes. Nuestra labor debería ser divulgar las posibilidades que brinda la tecnología. El límite solo está en nuestra cabeza. Cualquiera puede acceder a la inteligencia artificial. Eso antes era impensable. Ahora, esa misma granja de cerdos puede conectarse a una página, a un portal y acceder a la tecnología.
¿Peca el sector de terminología etérea, que es difícil de aterrizar? (cloud computing, Business Intelligence, Grid computing….)
Hay muchos acrónimos que algunas veces hacen que sea complejo de entender. Pero es que la tecnología tampoco es obvia. Imagina que quieres comprarte una chaqueta parecida a la que llevas en la zona en la que estás. Con la tecnología, con lenguaje natural, puedes hacer esa consulta sin ser un experto en desarrollo de tecnología. Antes, para conseguir acceder a esa información, tenías que ser experto en Java, Python u otro lenguaje. La tecnología va evolucionando para que esa componente de complejidad vaya desapareciendo o se vaya minimizando de cara al usuario.
La tecnología puede redactar un informe financiero de las cuentas anuales de una empresa. O hacer la evaluación de los empleados. Luego los responsables de cada área darán su visión personal, pero la tecnología va evolucionando para facilitar tareas y reducir cargas repetitivas. Lo que te estoy contando es real, lo hemos enseñado y nuestros clientes financieros ya lo están utilizando. La interacción hace que la tecnología facilite más el uso en una manera mucho más amplia que hasta ahora, sin tener que depender de tener un departamento gigante de informática. Hay terminologías que no van a desaparecer nunca, porque en cada sector tiene sus palabras que lo hacen complejo.
Toda esa complejidad se la eliminamos. Tú eres un director financiero, usa las herramientas financieras. Lo que haya por detrás nos encargamos desde Oracle con herramientas de inteligencia artificial. Esas tareas repetitivas van desapareciendo y van apareciendo nuevas grandes oportunidades en el buen uso de esas herramientas. No hace falta ser el gran ingeniero, el gran informático para acceder y usar esa tecnología. Basta con que tengas la curiosidad, la actitud y el soporte de una compañía como Oracle para acceder a la tecnología y empezar a usarla, aunque tu background sea distinto.
¿Cómo se integra la inteligencia artificial en las soluciones de Oracle?
Tenemos dos grandes pautas. Una es la inteligencia artificial embebida en nuestras aplicaciones. Llevamos ya dos años, quizá un poco más, en lo que, cada 90 días, incorporamos nuevas funcionalidades a nuestros clientes. Y luego está la infraestructura de inteligencia artificial, donde anunciamos recientemente los servicios de inteligencia artificial generativa. Eso es una plataforma que ya está disponible a la que se accede a través del lenguaje natural, escribiendo y haciendo las consultas para que cualquiera lo puede incorporar en su gestión de su empresa, usando datos propios. Por ejemplo, una empresa del retail podría fácilmente usar estos servicios en su infraestructura para analizar los datos en los terminales de venta de las tiendas, analizar el nivel de stock, analizar las posibles campañas de marketing que haya lanzado en cualquier red social o en televisión o en prensa, analizar las condiciones climáticas para ver qué impacto pueda tener en un producto o en otro. Y con toda esa información puedes empezar a hacer consultas y puede avisar a cada tienda en particular (“Oye, estos dos productos deberías incorporarlos ya”, “amplia los almacenes”) sin necesidad de haber hecho ningún desarrollo súper sofisticado. Eso hace que facilite el acceso a un tipo de información que no tiene que estar necesariamente estructurado de una manera determinada para que veas un beneficio inmediato y rápido en tu negocio. Puesto este ejemplo, me puedo ir al departamento financiero, que puedo añadir datos de cualquiera otra fuente que no sea la propia que ellos tienen dentro de la empresa. Entonces, insisto, es una plataforma con nivel de servicios que se accede a través de un interface de lenguaje natural. El cliente puede usar esto en la nube pública, en la nube soberana, en la propia infraestructura del cliente.
¿Está disponible en la zona cloud de España?
Sí, claro. En España tenemos a fecha de hoy dos nubes, una pública que anunciamos hace más de año y medio, y la segunda, soberana (separada de la pública para dar servicio en base a la regulación para que esos datos no salgan de la Unión Europea), que anunciamos hace pocos meses y que es para los clientes más altamente regulados, como sector público, bancos y otros.
¿Cómo están yendo estas dos nubes? ¿Se están cumpliendo los objetivos?
Cuando damos al cliente acceso a la nube, él decide a qué nube acceder. Si quiere ir a una nube pública, le aparecerá España, Estados Unidos, Latinoamérica, Asia… todas las opciones posibles. El cliente escoge. Lo único que hacemos es mirar el consumo. A medida que vayamos viendo el consumo, es cuando planificamos una ampliación. En la nube soberana, lógicamente, los que están muy volcados es administración pública porque les da una tranquilidad de que esos datos no salen. En entornos bancarios están en proyectos para ver evaluar cómo esa tranquilidad de que esos datos no salen de Europa.
Como ven la demanda que hay, ¿tienen previsto una ampliación de las regiones cloud en España?
Seguro que la vamos a tener que ampliar.
Esa ampliación, ¿implicaría la construcción de un CPD? Ahora están alojados con Telefónica…
Eso no cambia. Seguimos colaborando porque es la manera más fácil y ágil. El día que anunciamos la región cloud es el día que la abrimos. Directamente. Porque no vamos a construir grandes infraestructuras. Seguimos trabajando con Telefónica y la ampliación será con Telefónica.
Está en el cargo desde 2020. Siempre ha defendido que cada cinco años un directivo tiene que cambiar de rol. ¿Se va a abrir esta ampliación durante su mandato o cuando se haya producido el siguiente cambio profesional?
Sería muy arriesgado darte fechas u horquillas. Hay demanda por parte de los clientes en España y querencia por parte de Telefónica Tech, que es nuestro partner. Oracle tiene ahora 48 zonas cloud y hemos anunciado 100 más porque hay demanda en el mercado. Para nosotros lo importante es que los servicios estén disponibles, funcionando, que los clientes tengan alternativas de seguridad, de que si se cae un servicio funcione otro. Con el acuerdo con Microsoft, es importante que la nube esté dentro de Azure porque nuestros clientes utilizan las dos tecnologías y hay que hacer posible decalaje de utilizar una nube y luego otra-
Esto es una nube de nubes. Los clientes tendrán varias nubes en función de sus necesidades y requisitos. Estamos dando opciones y posibilidades para que el cliente pueda escoger lo que más le encaja en cada momento.
Al final, una nube es una gran oportunidad para todos, pero los clientes también tienen que ir cambiando sus modos de trabajo y pensar qué van a hacer distinto, qué van a hacer mejor. Cuanta más curiosidad tengan por ir descubriendo las funcionalidades que les aporta la tecnología, les va a ayudar muchísimo en su gestión del día a día.
¿Cómo afrontan las empresas españolas la adopción de la nube?
Cuando un cliente usa Oracle, los datos son del cliente. No tocamos nada. Ponemos la infraestructura para que la gente juegue con sus propios datos y decidan. Las pymes están empezando a trabajar con el mundo de las aplicaciones, pero también en temas de inteligencia artificial y en temas de nubes de computación a las que antes no accedían. Tenemos un producto para el mundo, NetSuite, que tiene un centro de desarrollo en Barcelona. No te puedes imaginar la cantidad de clientes nuevos que tenemos todas las semanas. Clientes que anteriormente jugaban en un entorno en el que la gestión la hacían o con hojas de cálculo o con aplicaciones que les costaban un dineral. Una pyme no se puede permitir el lujo de pensar si cada cuatro años tiene que actualizarse, tener cinco informáticos que sepan de hardware, de sistema operativo, de comunicaciones… Una pyme tiene diez personas y quiere centrarse en su negocio. Que existan herramientas que elimine esa complejidad hace que compañías que hasta ahora no accedían a la tecnología la están utilizando.
Antes hablaba de cómo le puede cambiar al director financiero la inteligencia artificial generativa. ¿Cómo le ha cambiado a Albert Triola la inteligencia artificial en su rol como director de Oracle España?
Pues voy a empezar como usuario. Utilizo las mismas herramientas que nuestros clientes para la gestión de los recursos. Tengo 600 personas a mi cargo y para las revisiones anuales con los empleados utilizo las mismas herramientas que vendemos al cliente. También en la parte financiera, aunque no sea mi trabajo del día a día. El poder jugar con los datos sin necesidad de ser un gran experto en herramientas que consulto hace que mi día a día ha cambiado. Parte de mi labor en este rol de líder es poderle contar a la gente las posibilidades de la tecnología. Tengo que aprender, estudiar todos los días, porque esto va muy rápido.
Hay cosas que de aquí a tres meses, no voy a decir que esté obsoleto, pero casi.
Es necesaria una componente educativa para que la gente entienda que da igual que seas teleco, informático, una pyme, una startup grande o pequeña y el sector: es una gran oportunidad que no tiene límites. La capacidad de la nube, con la inteligencia artificial, los modelos LLM y todas estas nuevas palabras que nos inventamos, depende de la imaginación que pueda tener cada uno.
Siempre se dice que la inteligencia artificial elimina las tareas repetitivas y que va a permitir que los humanos se centren más en aportar valor allí donde pueden aportarlo. ¿En qué lo nota? ¿Dónde puede aplicar ese valor?
Puedo hablar más con los clientes, dedicar más tiempo a estar con cualquier empleado.
A nivel directivo me parece que es fundamental gestionar de manera más ágil y que cada uno de nosotros, en la parte que nos corresponde, dedicarles más tiempo a las cosas que son relevantes, a la toma de decisiones, el entender dónde está tu negocio, dónde estás creciendo, si tienes posibilidades poner en marcha actividades de marketing y comunicación y dedicarle tiempo a lo que es relevante y no a mirar hojas de cálculo. Ahora el debate no es tanto la herramienta que utilizas, sino si el dato es fiable o no. Si los datos son fiables, puedes tomar decisiones mucho más rápidas.
¿Qué es más retador: este cambio de la inteligencia artificial o asumir el liderazgo de una compañía en pandemia?
Las dos son muy parecidas. El reto para para una persona con una función como la mía es cómo ser capaz de contar las historias a los clientes y al mercado, para que vean que esta oportunidad es única, animarles a que no vayan lentos, a que vayan rápidos en esos cambios, a estas transformaciones, a que al que sean curiosos por descubrir qué les puede aportar todas estas herramientas. Esa es la parte bonita y retadora. Me gustaría jubilarme diciendo “la de cosas que hemos conseguido”. En empresas ya lo estamos consiguiendo, pero tenemos más ambiciones en otros sectores, como la sanidad. Uno de los grandes retos del entorno médico es el tiempo que el médico le dedica al paciente. La conversación que médico y paciente tienen quedará escrita. Tendrá herramientas que analizarán los casos. Nos queda un largo recorrido todavía porque la tecnología ya puede hacer muchas cosas, pero hay que convencer a las administraciones y a todos los decisores.
Es ingeniero de telecomunicación de formación. Cuando era estudiante, ¿se imaginaba todo el potencial que tenía la tecnología, hasta donde podía llegar?
No, para nada. Mis primeras prácticas fueron con tarjetas perforadas. Mi primer ordenador era un Commodore. En aquel momento la tecnología era muy incipiente. Mi primer trabajo, que fue en la universidad, era para para montar una infraestructura de estaciones de trabajo sin disco en una red llamada Ethernet, para que se conectaran los ordenadores con un ordenador central donde estaba todos los almacenamientos. Esa era la cantidad de cómputo que había. Pero ahora nos pasa lo mismo. No somos conscientes de las capacidades que tiene la tecnología hoy en día y lo que podemos llegar a conseguir.
¿Se veía como directivo?
No.
En el sector tecnológico, especialmente en España, hay mucho ingeniero, de telecomunicaciones, de informático, en posiciones comerciales y de liderazgo. ¿Por qué tenemos ingeniero dedicándose a vender y no a construir?
Hay dos capítulos. Cuando me surgió mi primer puesto de trabajo, era para ventas. Me senté con esa empresa y les dije “yo soy ingeniero de telecos, no he vendido en mi vida, no sé ni cómo se vende ni por dónde se empieza”. Pero me explicaron que tenía algo diferencial: conocer muy bien la tecnología. Lo que tienes que buscar es cómo comunicarla para que el otro esté convencido de que está comprando lo correcto. En lugar de vender alfombras turcas, lo que vendes es las posibilidades que la tecnología puede ofrecer. Con ese nivel de convencimiento, el vender era más cómodo (que no fácil). Durante muchos años fui ingeniero de preventa y esa parte me ayudó muchísimo a ver cómo contar historias que engancharan. La gente compra historias. No compras tres kilos de inteligencia artificial. La primera pregunta que te hace todo el mundo es “muéstrame casos de uso” porque necesita verlo, necesita jugar con ello. Ese nivel de creatividad es fundamental. Un ingeniero puede aportar mucho, pero no es el único. Tenemos abogados, tenemos profesionales de todo tipo. Basta con que tengas una cierta habilidad para conectar con la gente, saber escuchar. Son las “power skills”.
Pero hay ingenieros construyendo cosas. La carrera de uno es muy difícil planificarla. Tienes que planificar dónde quieres ir. La vida está llena de autopistas, caminos rurales y rotondas o cruces. Tú vas escogiendo y la vida te va llevando con un cierto criterio para que tú mismo estés convencido de que es lo correcto. Cualquiera que tenga ilusión, ganas y curiosidad por aprender puede acabar de director general. Al final no es un puesto en sí, es cómo construyes este puesto. Cuál es tu valor añadido.
En tercero de carrera hubo un profesor que nos dijo “Tengo malas noticias, ninguno va a ser teleco, ninguno va a trabajar de teleco. Pero no os preocupéis. Lo que sí os garantizo es que después de los años que habéis estudiado la carrera, habréis aprendido a resolver problemas complejos”. De mi promoción, creo que solo hay dos de ellos que están en temas de teleco.
Antes ha dicho “me gustaría retirarme”… ¿Es su última posición?
No lo sé. Me gusta lo que hago. Yo creo que entre todos intentamos hacer lo mejor posible. El momento es precioso. Poder contar ese momento de compañía es excepcional en cuanto a la estrategia, la apuesta y resultados de compañía, el compromiso con la nube, la innovación que hay detrás de todo eso. La innovación es el plan de pensiones de las empresas y poder estar liderando una compañía en España en el que el foco es ese, que invertimos con inteligencia artificial, que tenemos acuerdos con Microsoft, que Nvidia utiliza la tecnología de Oracle para entrenar todos sus LLM y demás… Las posibilidades son preciosas para empezar a hacer cosas o seguir haciendo cosas en España. No creo que sea el momento de jubilarse, soy muy joven todavía.