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Elecciones Galicia

Rueda, una mayoría absoluta muy convincente

Tras incorporar el voto exterior, el líder popular alcanza los 711.799 votos, la cifra más elevada desde 2009

La sombra de Feijóo era alargada. Tanto, que durante la contienda electoral la oposición creyó ver una brecha por la que colarse en San Caetano. Brecha que el ilusionismo, el CIS, el devenir de la campaña o lo que fuese situó a la nacionalista Ana Pontón a las puertas del complejo administrativo tres antes del domingo electoral recibiendo “las llaves del éxito” y afirmando: “Estamos con un pie dentro”.

Finalmente, ni el izquierdo, ni el derecho. Los nacionalistas, pese a su crecimiento, y el PSOE, en su debacle, nada pudieron hacer ante la irrupción del denominado ‘estilo Rueda’, ese que el propio triunfador de estos comicios definió con tres palabras: “cercanía, gestión y honestidad”.

Una manera de ser y de entender que le ha llevado a obtener un resultado, si no inesperado, sí muy convincente, que lo consolida como barón popular por derecho propio, y que demuestra la fortaleza del PPdeG. Esa que tampoco quisieron ver los oponentes cuando centraban sólo en la figura de Feijóo sus cuatro mayorías absolutas, acusándolo incluso de ocultar las siglas.

Finalmente, y tras el recuento del voto exterior, Rueda se ha disparado hasta las 711.799 papeletas obteniendo el 47,4% de los votos emitidos, cerca de dos puntos y medio por encima del umbral mágico del 45% en el que muchos situaban la mayoría absoluta.

En número de sufragios, los populares no alcanzaban esa cifra desde 2009, cuando Feijóo irrumpía en la Xunta con 789.427 votos que supusieron, eso sí, el 46,7% del total. Y en valor porcentual, es el tercer mejor resultado en estos 20 años, muy cerca del 47,56% de los sufragios alcanzados en 2016 y algo más lejos del 47,96% obtenido en 2020, este último, eso sí, en unas votaciones marcadas por la pandemia y con una participación inferior al 50%.

Participación a la que conviene atender también, pues el elevado número de electores ha sido otro de los mitos o barreras derribado por Alfonso Rueda. En los últimos 20 años la derecha no había ganado unos comicios en Galicia cuando el porcentaje de participación superaba el 64,5%, se repetía durante la jornada electoral. Al cierre de los colegios, este porcentaje se disparó hasta el 67,3% y, pese a todo, el PPdeG consolidó su mayoría.

Clara victoria en todas las provincias

Y lo hizo, a la vista de los resultados finales que incorporan los sufragios de la Galicia exterior, donde el porcentaje de apoyos a los populares rozó el 50% de los votos, imponiéndose con solvencia en las cuatro provincias.

Comenzando por Pontevedra, donde el PP suele obtener peores resultados ante el auge del socialista Abel Caballero en Vigo, ciudad más poblada de Galicia, y el asentamiento del BNG en la zona de O Morrazo y en la propia capital, con Fernández Lores sumando ya siete mandatos consecutivos.

El 18 de febrero, sin embargo, el PP obtuvo el 44% de los votos, más de dos puntos y medio por encima del número de sufragios obtenidos hace cuatro años, lo que le permitió superar en casi 10 puntos al BNG y en 30 al PSOE.

En Ourense, donde había dudas ante unas elecciones a las que los populares acudían por primera vez sin un Baltar en la Diputación, y en las que comparecía Democracia Ourensana, el PPdeG se ha elevado finalmente por encima del 50% de los votos, lo que supone 25 puntos más que el BNG y 38 más que el PSOE.

Situación similar a la experimentada en Lugo, donde los de Rueda se dejaron un casi imposible noveno diputado, pero llegaron hasta el 53,3% de los votos: 28 puntos más que el BNG y 36 más que el PSOE, aun siendo esta la tierra de Besteiro, que incorporó a las listas a la recién elegida alcaldesa de Lugo, Lara Méndez.

Por último, fue en A Coruña donde el PPdeG perdió otro escaño asumible, por la dificultad de conservar el número 14. Llegaron a los 13 con el 47,6% de los sufragios emitidos: 15 puntos más que el Bloque y 34,5 más que los socialistas.

A la espera de análisis más profundos, estas cifras desmontan, por ahora, otra de las proclamas postelectorales de los nacionalistas: su entrada en el electorado del PP. Un partido que, a la vista de los datos, se mantiene firme en Galicia, donde disfruta de su quinta mayoría absoluta, la primera con Alfonso Rueda, que ha dejado atrás de un plumazo la alargada sombra de Feijóo.