Ubicado en el corazón de Galicia, hay un municipio que emerge como un misterioso "Ohio gallego" desde 1978. Se trata de Betanzos, una ciudad que ha ofrecido resultados electorales que se clavan con asombrosa precisión en las elecciones autonómicas y generales.

Así lo defiende en su tesis la escritora Carmen Cotelo. Bajo el título ‘Betanzos Magic Town’, esta obra de la que es coautora junto a Salvador Naya, argumenta que ya desde las primeras elecciones democráticas en 1977 se consiguió una correlación del 0,96% en la localidad gallega de apenas 13.000 habitantes. Desde aquel instante sus resultados llevan más de cuatro décadas actuando de espejo electoral de España.

Algunas de las razones que atribuyen a este fenómeno son las distintas variables (edad, sexo, situación económica) que conforman la pirámide de esta población, similares a las de Galicia y España. Uno de los primeros precursores en defender esta teoría fue el político Manuel Fraga, quien aseguran dichos periodistas siempre pedía y le interesaba conocer los datos electorales de la región gallega junto con los de Villalba y Miño.

En la década de 1980 comenzaba a conocerse el “Test Betanzos”, utilizado como medidor electoral, y desarrollado mediante la aplicación de diversos instrumentos estadísticos, como el Índice de Correlación de Pearson (ICP) y el de Error Relativo (ER). Por el contrario se excluyen los comicios municipales pues añade otros elementos más relativos o concretos como el carácter personal o la política local.

Tal es la "magia electoral" de Betanzos que la atención de políticos y analistas se centran en esta localidad que determinará el futuro político de la región este 18-F. Su leyenda sigue siendo un enigma que fascina y guía las expectativas en el complejo tablero político gallego.