Elecciones Galicia

BNG-PSOE: de las carantoñas a la gresca

Después de una campaña sin enfrentamientos, los socialistas hablan de “voto prestado” mientras el Bloque guarda silencio por ahora

Besteiro (PSOE) y Pontón (BNG) en una imagen de archivo.
Besteiro y Pontón en la marcha convocada por SOS Sanidade Publica. Europa Press

Hubo un momento de la campaña gallega en la que todo parecía posible, incluso el primer gobierno con una presidenta nacionalista aupada por sus socios del PSOE, que no le hacían más que carantoñas mientras que las encuestas anticipaban un posible hundimiento confirmado en la noche del domingo con el peor resultado de la historia.

Fue el final de un camino cargado de guiños y caricias, y manifestado públicamente en más de una ocasión. Pontón y Besteiro no dudaron en dejarse fotografiar juntos y sonrientes en la marcha convocada en Santiago por SOS Sanidade Pública, del mismo modo que tampoco flaquearon en las contiendas televisivas.

En la primera, en la de TVG, ni una crítica disimulada por el ruido de fondo de un debate en el que también participaron Rueda, Marta Lois e Isabel Faraldo. En el segundo, en TVE, ellos dos solos, sin contendientes y sin lucha, hasta el punto de que el propio presentador les preguntó, hacia el final, en qué se diferenciaban sus propuestas.

Y mientras tanto, el tiempo corría y Pontón iba creciendo autoproclamándose presidenta, sin ninguna injerencia y con apoyo del PSOE. Pero todo cambiaba este domingo, con un evidente trasvase de votos del PSOE al BNG. Un voto que la vicepresidenta Montero, al día siguiente de la oscura noche electoral, no dudó en calificar como “prestado” provocando los primeros resquemores en el Bloque.

Más contundente se mostró el secretario general de los socialistas gallegos, Valentín González Formoso, que concluía su análisis post electoral con un contundente “a más BNG más PP”.

Lo cierto es que a más BNG ha habido, por lo menos, el mismo PP, aunque, eso sí, con más votantes dada la elevada participación registrada el pasado domingo: hasta 18 puntos por encima de los últimos comicios. Así, los populares, registraron un 47,36% de las actas frente al 47,95% que alcanzó Feijóo en 2020, y se dispararon por encima de los 700.000 sufragios frente a los menos de 628.000 de entonces.

El Bloque, por ahora, guarda silencio, consciente de que el pacto de legislatura firmado entre la propia Montero y Ana Pontón está todavía por cumplir. La declaración más elevada ha llegado, como casi siempre, desde el Congreso, donde Néstor Rego afirmaba esta semana que el 35% del electorado apoya una opción soberanista. “Nada más lejos de la realidad”, sentenciaba Formoso en un digno epitafio para la época de las carantoñas.