Clima
"Supercalimas" en España: dos episodios “sin precedentes” en solo dos años
Las concentraciones de polvo fueron tan altas que tiñeron los cielos de naranja
El 22 y 23 de febrero de 2020 Canarias experimentó un episodio de calima sin precedentes, que obligó a cerrar los aeropuertos durante dos días, afectando a 120,000 pasajeros. La calima, extremadamente densa, fue la más intensa registrada en las islas, según lo confirma un reciente estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Esta investigación también incluye el evento de marzo de 2022, cuando una densa nube de polvo sahariano cubrió el sur de la Península Ibérica, tiñendo los cielos de naranja y elevando los niveles de partículas de polvo a cifras propias del Sahara.
El estudio, realizado por el Grupo de Atmósfera, Aerosoles y Clima del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) y publicado en Atmospheric Chemistry and Physics, revela que estos episodios fueron “supercalimas” históricas. Para analizar estos fenómenos extremos, los científicos desarrollaron una metodología innovadora para reconstruir datos en condiciones de saturación de los equipos de medición. Estos analizadores, que detectan partículas PM10 y PM2.5 (de diámetro inferior a 10 y 2.5 micras), alcanzaron rápidamente el límite máximo de 1,000 µg/m³ en Canarias. Ante esto, el equipo del IPNA reconstruyó los datos de las calimas ocurridas entre 2020 y 2022 en Canarias y la Península Ibérica.
Los resultados del análisis son impactantes: en Gran Canaria se alcanzaron concentraciones máximas de 5,250 µg/m³ en PM10, cuando el valor habitual sin calima ronda entre 20 y 30 µg/m³. Durante el episodio de marzo de 2022 en la Península Ibérica, los niveles de PM10 superaron con creces los 1,500 µg/m³ en Almería y alcanzaron los 950 µg/m³ en localidades como Salamanca y Ávila, valores sin precedentes en Europa y similares a los del Sahara.
El estudio indica que estos fenómenos de "supercalima" se deben a un contexto meteorológico anómalo, en el que un bloqueo anticiclónico sobre el sur de la Península Ibérica desvía los ciclones hacia Canarias y Cabo Verde, intensificando la llegada de polvo sahariano a estas regiones. Este fenómeno plantea desafíos significativos en la calidad del aire y en la salud pública, debido a las elevadas concentraciones de polvo respirable que superan ampliamente los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).