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Calentamiento global
El fenómeno climático El Niño tiene al menos 250 millones de años y fue más intenso que en la actualidad
El fenómeno climático, conocido por alterar los patrones de temperatura y precipitación en varias regiones del mundo, no es un evento reciente
El fenómeno climático El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), conocido por alterar los patrones de temperatura y precipitación en varias regiones del mundo, no es un evento reciente. Un estudio internacional, publicado en la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences", ha demostrado que estuvo presente hace al menos 250 millones de años, y a menudo presentaba una magnitud mayor que la que observamos actualmente.
El Niño es un fenómeno natural que se produce por la interacción entre el océano y la atmósfera en el Pacífico ecuatorial que provoca un aumento en la temperatura superficial del agua. Este calentamiento cambia los patrones climáticos extremos en todo el mundo, afectando principalmente a las regiones tropicales de África, Asia, Oceanía y América Latina.
Durante un episodio de El Niño, algunas regiones experimentan olas de calor, mientras que otras enfrentan lluvias intensas, lo que desencadena inundaciones, sequías, pérdidas agrícolas y un aumento en enfermedades. Usualmente, tras El Niño, le sigue La Niña, que corresponde a la fase fría, aunque no siempre ocurre así.
El estudio revela que los episodios de El Niño en el pasado eran más intensos, incluso cuando los continentes estaban en lugares diferentes a los actuales. "En cada experimento, vemos un fenómeno activo de El Niño-Oscilación del Sur, y casi siempre es más fuerte que lo que tenemos ahora, algunos mucho más fuertes, algunos ligeramente más fuertes", apunta Shineng Hu, de la Escuela de Medio Ambiente Nicholas de la Universidad Duke (Estados Unidos).
Los investigadores utilizaron la misma herramienta de modelización climática empleada por el Grupo Intergubernaental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) para intentar proyectar el cambio climático en el futuro, con la salvedad de que la ejecutaron al revés para ver el pasado. El equipo modeló paleoclimas en intervalos de 10 millones de años durante los últimos 250 millones de años.
Los experimentos del modelo se vieron influidos, entre otros, por la distribución de los continentes, la radiación solar y los niveles de CO2 en la atmósfera. Según detalla Hu, en algunos momentos del pasado, la radiación solar que llegaba a la Tierra era un 2 % inferior a la actual, pero el CO2, que calienta el planeta, era mucho mayor, lo que hacía que la atmósfera y los océanos fueran mucho más cálidos que en la actualidad.
El papel de los vientos en el fortalecimiento de El Niño
Un hallazgo clave del estudio es que, además de la temperatura del océano, el "ruido atmosférico" de los vientos superficiales oceánicos, también desempeñó un papel crucial en la fuerza de El Niño en épocas pasadas. Hu compara este fenómeno con un péndulo, donde los vientos puede actuar como una patada aleatoria a este péndulo. La investigación constata que ambos factores son importantes para entender por qué El Niño fue mucho más fuerte antes que ahora.
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