Laboral
La subida del 4% del SMI, supeditada a que el Estado la aplique a los contratos
La patronal exige que se actualicen también al alza las contratas públicas. Los sindicatos aceptarán si esos ingresos son para los trabajadores y si se blindan esos empleos
La primera ronda de contactos para actualizar el Salario Mínimo Interprofesional entre el Gobierno, los sindicatos de clase (UGT y CC OO) y los representantes empresariales terminó ayer sin acuerdo, pero con buenas sensaciones, según indicó Fernando Luján, secretario confederal de UGT al término de la reunión.
Parece clara la voluntad de incluir el futuro acuerdo la actualización también vinculada a la inflación en los contratos públicos, que está castigando a las empresas, pero los sindicatos quieren que esta indexación al IPC de la contratación de obra pública redunde en beneficio de los salarios de los trabajadores de estas contratas públicas y que, además, se garantice la estabilidad en el empleo de estos trabajadores.
En cualquier caso, parece que la subida del SMI estará en el entorno del 4%. La barrera de la inflación media de los últimos 12 meses se situó en el 3,8% en noviembre y parece ser la marca para el nuevo alza. Pero por ir un poco más allá y tratar de contentar a los sindicatos, que exigen un incremento superior al 5%, el departamento de Trabajo y Economía Social que dirige Yolanda Díaz propuso un incremento del 4%, una cuantía que los empresarios podrían llegar a aceptar siempre que existan ciertas contraprestaciones, como la idexación de esta subida a los contratos públicos, que se ha convertido en el caballo de batalla de la patronal CEOE.
«Lo que nos tiene que explicar, en este caso el Gobierno, es si va a indexar esa subida a los contratos públicos (...) No puede ser esa subida de prácticamente el 45% en el salario y, sin embargo, el Estado se preserva en su contratación», denunciaba esta semana el líder de la CEOE Antonio Garamendi.
Horas antes de que diera comienzo la primera reunión con los sindicatos y la patronal, el propio departamento de Díaz indicaba que ese 4% es la cifra que se baraja para lograr un acuerdo lo antes posible.
Por su parte, la CEOE defiende que el SMI suba un 3% tanto en 2024 como en 2025 y argumenta su propuesta explicando que estas subidas son las que se recogen en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) suscrito en mayo por los agentes sociales, con recomendaciones generales para los convenios colectivos. En cualquier caso, en ese pacto se contempla una cláusula de revisión salarial de un punto máximo si la inflación supera determinados niveles cada año, por lo que la subida podría ser de hasta el 4% también para el SMI.
La oferta empresarial se queda corta para los sindicatos. El secretario general de CC OO, Unai Sordo, subrayaba ayer que el salario mínimo interprofesional (SMI) tiene que subir en 2024 por encima del IPC y hacerlo en línea con el ritmo al que aumentaron los salarios medios en el segundo trimestre (+5,2%). «Si los salarios medios en el segundo trimestre del año están subiendo al 5,2%, yo creo que por ahí debería ir la subida del salario mínimo para 2024. Esa va a ser una de nuestras propuestas encima de la mesa y veremos si hay voluntad de negociar por parte de CEOE o cómo se sitúa el Gobierno, que hasta ahora se ha referido básicamente al IPC», explicó Sordo.
«Está muy bien pedir, pero yo creo que esto también afecta y aquí hablo en nombre de miles de pymes y autónomos», le respondía Garamendi en otro acto previo a la reunión vespertina. El presidente de la patronal aseguró que la CEOE es partidaria de los «acuerdos sociales», pero se mostró en contra de que se les «impongan».
Asimismo, advirtió del peligro de «desbancar» las tablas salariales con los incrementos del SMI que están pidiendo los sindicatos, ya que señaló que se corre el riesgo de «romper la estabilidad» que ha dado el acuerdo para la negociación colectiva.
Sin embargo, UGT y CC OO no se apean de sus pretensiones y mantuvieron durante la reunión el objetivo de ambos sindicatos de que el SMI no sea inferior al 60% del salario medio y que se actualice teniendo en cuenta el aumento de los precios de los alimentos, para mantener el poder adquisitivo en las familias. «Creemos que si se cumplen estos parámetros se podrá llegar a un acuerdo», remarcó Luján. «No hemos propuesto una subida con cuantías exactas. Hemos hablado de parámetros y objetivos», añadió.
En cualquier caso, tras casi tres horas de reunión en la sede de Trabajo para poner en orden todas las demandas, habrá un nuevo encuentro entre los agentes sociales para pactar una subida después de que todos hayan puesto sobre la mesa de negociación sus cartas. Ahora empieza una partida que no siempre acaba con todas las partes satisfechas, como en la anterior alza, que no fue suscrita por los empresarios.
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