Energía
¿Un SMR para el reactor latente de Vandellós?
Las instalaciones podrían usarse para una pequeña unidad prefabricada y más barata
Al margen del reactor operativo, Vandellós cuenta con otro reactor que cesó su actividad en octubre de 1989 tras 17 años de funcionamiento a consecuencia de las secuelas de un incendio que afectó de manera importante a las instalaciones.
Pese a que no hubo consecuencias en términos de emisiones radiactivas, la propiedad (Hispano-Francesa de Energía Nuclear –Hifrensa–) decidió proceder a su cierre ante el elevado coste que suponía su vuelta a la actividad. En 2004 se preparó la instalación para la preparación de la fase de latencia (con una duración de 25 años), tanto desde el punto de vista funcional como de estructuración organizativa y de personal. Una vez sellado el reactor se recuperó la mayor parte del emplazamiento. Desde entonces, y tras la apreciación favorable del Consejo de Seguridad Nuclear el 15 de diciembre de 2004, la instalación dispone de una licencia para permanecer en estado pasivo.
La fase de latencia es un periodo de espera de unos 25 años que permite una reducción significativa de los niveles radiológicos. Tras este periodo, a partir de 2028, se abordará en condiciones más favorables el desmantelamiento de las instalaciones remanentes, básicamente la estructura de hormigón o edificio que alberga el reactor, hasta el denominado Nivel 3 o de liberación total del emplazamiento de la central, es decir, la clausura completa.
Antes de llegar a esa fase, las instalaciones de Vandellós I podrían aprovecharse para desarrollar un reactor modular pequeño, con una capacidad de potencia de hasta 300 MW(e) por unidad, un tercio de la capacidad de generación de los reactores nucleares de potencia tradicionales. Las unidades prefabricadas de SMR pueden fabricarse y luego enviarse e instalarse in situ, como indica la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). «Gracias a ello, su construcción es más asequible que la de los grandes reactores de potencia, que suelen estar diseñados a medida para un lugar en particular, lo que a veces ocasiona retrasos en la construcción. Los SMR permiten ahorrar costos y tiempo de construcción y pueden desplegarse gradualmente para ir ajustándose a la demanda creciente de energía».