«Sin la venta al Santander Popular habría cerrado»

La presidenta de la Junta Única de Resolución defiende la liquidación del banco y el Congreso le reprocha no aclarar nada.

La presidenta de la Junta Única de Resolución europea (JUR), Elke König, defendió ayer en el Congreso de los Diputados la venta de Banco Popular al Santander por un euro el pasado mes de junio como la mejor alternativa para salvaguardar los intereses de los depositantes y del sistema financiero en conjunto, sin necesidad de ayuda estatal. König consideró un «éxito» la intervención y venta inmediata del Popular, pero se negó una vez más a desvelar en su totalidad el informe elaborado por Deloitte, clave para llevar a cabo la operación. «Hay partes confidenciales cuya revelación perjudicaría al Banco Santander y a la estabilidad financiera», se excusó. No obstante, afirmó que publicará antes de que termine el año nuevos datos sobre el informe de la consultora.

Graves salidas de capital

La responsable del organismo, que tiene bajo su paraguas 142 bancos europeos, explicó en la Comisión que investiga la crisis financiera en España que Banco Popular era inviable la noche del 6 de junio, afectado por graves salidas de liquidez en las semanas y los meses previos. De hecho, la propia entidad reconoció ante el Banco Central Europeo y la JUR que «se consideraba inviable». Según König, «no había alternativas en tiempo razonable para evitar la inviabilidad y la JUR tuvo que decidir entre intervenir y resolver el banco o dejar que entrase en concurso de acreedores», optando finalmente por la resolución. «Si no se le habría retirado la licencia bancaria y no habría podido prestar dinero o hacer pagos al día siguiente, habría cerrado». Tras esta decisión, tomada junto al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) español, «el banco pudo abrir el 7 de junio y operar con normalidad.

Aunque la JUR considera que el problema de Banco Popular era de liquidez, König afirmó que esto era consecuencia de que la entidad trataba de salir al mercado por sí misma, con un problema de solvencia subyacente. Popular había superado las pruebas de estrés del BCE en 2014 y 2016, pero estos test no evalúan la liquidez de la entidad. «Las superó, pero no era un banco muy fuerte».

Respecto al precio de un euro pagado por Santander, la presidenta de la JUR señaló que se tuvieron en cuenta las circunstancias del caso. «Santander inyecto miles de millones de liquidez el día de la compra y después, para que el Popular cumpliese con los requisitos de solvencia. Además, tuvo que aceptar la entidad con todas sus posibilidades pero también todos los riesgos, heredó todo». En cualquier caso, explicó que el precio de venta lo establece el comprador en un proceso competitivo. «La JUR y el FROB se pusieron en contacto con cinco interesados pero sólo el Santander presentó oferta». Deloitte presentará a principios de 2018 un nuevo informe en el que se evaluará si los accionistas del Popular se vieron perjudicados por la venta. «Si quedan peor que con el concurso de acreedores, la JUR tendría que compensarles, pero no creo que sea así».

Tras la intervención, la presidenta de la Comisión, Ana Oramas (Coalición Canaria), reprochó a König no haber aclarado «nada» de la venta y no haber respondido a las preguntas de la Comisión. «Ha desperdiciado una ocasión única para dar tranquilidad a 300.000 accionistas del Popular y a la ciudadanía», dijo.