El rol de cuidadoras sentencia la carrera profesional de las mujeres: representan el 93% del empleo parcial por cuidados, la cifra más alta desde 2005

Los sesgos de género hacen que las mujeres sigan asumiendo el rol de cuidadoras y dejen apartada su carrera y sus ingresos profesionales. Trabajar dos jornadas completas al día, una en el puesto de trabajo y otra en el hogar (ellas invierten 43 horas semanales en el cuidado de hijos y tareas del hogar, ellos 28 horas), es insostenible y lleva a que muchas tomen la decisión de solicitar reducciones de jornada o que directamente busquen trabajos a tiempo parcial para poder hacer frente a la carga de los cuidados. Según datos de Asempleo, la patronal de las agencias de colocación, el 93% de las personas que trabajan a tiempo parcial para poder destinar tiempo a labores de cuidado de su entorno cercano son mujeres, el dato más alto desde el año 2005 y una cifra que sigue creciendo "de forma imparable".

Así, a cierre de 2024 391.500 mujeres trabajaban a jornada parcial por obligaciones personales y familiares, un 25% más respecto a 2022, mientras que en el caso de los hombres es de apenas 28.000, de forma que, por cada hombre que se ha acogido a esta modalidad laboral, hay casi 14 mujeres, según datos de la EPA correspondientes al cuarto trimestre de 2024.

Los datos son claros y muestran que la brecha entre los hombres y las mujeres sigue creciendo, indican desde Asempleo, que consideran que este dato es "alarmante" porque detrás hay "desigualdades salariales, además de pérdida de oportunidades de desarrollo profesional o de empleabilidad futura". La mayor parcialidad, temporalidad, excedencias y paro que sufren las mujeres explican la brecha salarial de género, que permanece estancada desde hace cinco año en torno al 20%, según un estudio realizado por el sindicato CSIF en base a datos de la Agencia Tributaria de 2023. En concreto, el salario medio anual de los hombres se sitúa en 26.390 euros, mientras que el de las mujeres es de 21.298 euros, un 19,3% inferior. Esto implica que ellas trabajan al año 47 días gratis. A este ritmo, tardaríamos 32 años en eliminar la brecha salarial, ya que apenas se ha reducido tres puntos desde 2018.

En materia de temporalidad, en 2019 había 27.700 mujeres más que hombres en contratación temporal, mientras que en 2024 eran 342.900. La mayor parcialidad y temporalidad que registran las mujeres lleva a una diferencia de 4,9 horas efectivas en la jornada semanal, que para los hombres es de 34,6 horas y para las mujeres de 29,7 horas. Si se miran las cifras de paro, sigue habiendo más mujeres, 1,56 millones frente a 1,03 millones de hombres, según datos del Ministerio de Trabajo y los Servicios Públicos de Empleo Estatal correspondientes a febrero de 2025.

En las administraciones públicas, un ámbito que debería ser ejemplar, la situación ha empeorado. Las mujeres que trabajan en el sector público cobran al año 3.770,4 euros menos que los varones. El salario medio de las mujeres es de 32.137 euros, frente a los 35.908 euros que cobran los hombres de media (un 10,5% inferior), según datos del INE correspondientes a 2022. Esta diferencia se ha incrementado en dos puntos respecto al año anterior.