Movilidad
Renfe no descarta llegar con sus AVE a París antes de que acabe el año
El presidente de la operadora considera factible cumplir este objetivo "autoridades francesas mediantes"
No es un objetivo sencillo. Ni siquiera depende solo de la compañía. Pero Renfe no descarta llevar sus trenes de alta velocidad hasta París antes de que termine el año. El presidente de la compañía, Isaías Táboas, ha asegurado hoy que la estrategia internacional es de extensión de mancha de aceite. "Nuestros mercados naturales de prolongación son Francia y Portugal. Esperamos llegar antes de verano a Lyon y ojalá podamos cumplir el objetivo de llegar antes de diciembre a París, autoridades francesas mediantes", según ha asegurado en un desayuno organizado por CEDE, al término del cual Táboas ha evitado pronunciarse sobre la polémica por los trenes de ancho métrico de Cantabria.
Renfe ha iniciado ya las pruebas de sus trenes AVE que circularán entre España y Francia, concretamente en las líneas Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella, que antes operaba en una sociedad conjunta con la francesa SNCF pero que empezará a operar en solitario antes de verano tras la ruptura de esta asociación. El inicio de estas pruebas ha sido posible gracias a que Renfe cumple con todas las exigencias de seguridad, y a que después de todos los requerimientos exigidos por la Agencia Francesa de Seguridad (EPSF), ha conseguido el certificado por parte de la Agencia Ferroviaria de la Unión Europea (ERA).
Sin embargo, Renfe sólo ha obtenido por el momento el certificado para operar exclusivamente para las líneas de Lyon y Marsella. La compañía está en paralelo desarrollando los trabajos para conseguir el Certificado de Seguridad para operar en toda Francia y llegar a París. Una tarea que no le está resultando nada sencilla por las trabas que, según asegura, le están poniendo las autoridades francesas, algo que niegan desde SNCF. Hoy mismo, en clara alusión a Francia aunque sin nombrarla, Táboas ha asegurado que la liberalización del sector "avanza a diferentes velocidades en Europa" y hay países "más resistentes a que entre competencia".
Pruebas
Las reticencias francesas se habrían ablandado en parte tras la última cumbre bilateral celebrada por ambos países a mediados de enero. Entonces, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) anunció que Francia se ha comprometido a que Renfe empiece a operar servicios entre Lyon y París antes de que termine del año. los fabricantes de material rodante puedan homologar ágilmente sus nuevos trenes en Francia. Las autoridades galas también se comprometieron a que los fabricantes de material rodante españoles puedan homologar ágilmente sus nuevos trenes en Francia. Renfe lleva desde finales del año pasado haciendo pruebas para homologar los trenes Avril de Talgo con los que pretende operar el corredor con París.
En su estrategia de internacionalización, Táboas ha explicado que Renfe también quiere aprovechar la liberalización de las obligaciones de servicios público (OSP) que se han abierto en varios países. El presidente de Renfe ha asegurado que están precalificados para algunas en Francia y Alemania y que estarán atentos a otras oportunidades que puedan surgir. Sobre este punto, Táboas ha asegurado que tener un servicio de Cercanías como el español, que, a su entender, está entre los cinco mejores en calidad de servicio de las capitales europeas, es un gran carta de presentación para ganar concursos.
Táboas también se ha referido en su intervención a un asunto que preocupa, y mucho, a la operado: el precio de la energía. El presidente de Renfe ha asegurado que los costes para recorrer los mismos kilómetros se han incrementado desde los 90 millones en 2019 hasta los 232 millones en 2021, un 158%. Para tratar de amortiguar este incremento, que Táboas ha recordado no se puede repercutir por completo en los billetes, Renfe está en plenas negociaciones con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para poder encajar la instalación de paneles fotovoltaicos que ya está llevando a cabo en algunas de sus instalaciones con la normativa de autoconsumo.
El año pasado, Renfe ya anunció una inversión de 12 millones de euros en un plan para instalar placas fotovoltaicas de autoconsumo sin excedentes de energía en sus principales bases de mantenimiento, con el objetivo de optimizar su consumo eléctrico con recursos propios y que se llevará a cabo en las 14 bases de mantenimiento de la empresa, que en su conjunto tienen un promedio de consumo anual que alcanza los 40.000 MWh/año.
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