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México abre las puertas de su petróleo al capital privado

La Razón
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El Senado de México aprobó ayer, después de una maratoniana sesión que se prolongó durante más de 19 horas, una trascendental reforma energética que abre las puertas al capital privado ya sea nacional o extranjero de los recursos petrolíferos del país, que fueron expropiados en el año 1938 y puestos bajo el control de Petróleos de México (Pemex), segundo accionista en importancia de Repsol, por detrás de La Caixa.

El presidente de la república, Enrique Peña Nieto, ve en esta decisión la posibilidad de convertir el país en un referente energético mundial y de generar cientos de miles de empleos de alto nivel. Tanto Pemex, como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) seguirán siendo, en opinión del Gobierno, palancas del desarrollo nacional y «se mantendrán como empresas públicas 100% propiedad de los mexicanos».

Según informa Efe, el Gobierno quiere que Pemex siga encargándose de las áreas más rentables y deje en manos de empresas privadas la exploración de aquellos yacimientos que impliquen mayores inversiones y riesgos. La falta de dinero para invertir ha sido una de las constantes de Pemex en estos últimos años.

El proyecto, que fue anunciado en agosto por el Gobierno, pasará inmediatamente a la Cámara de Diputados, que comenzará su tramitación por la vía urgente, con el fin de que sea aprobado definitivamente antes del lunes, día en el que empiezan las vacaciones parlamentarias.

El proyecto incluye la reforma de tres artículos de la Constitución, por lo que necesitaba ser votada por dos tercios de los senadores. Entre estas modificaciones figura la posibilidad de que el Estado firme contratos de producción con empresas privadas, nacionales o extranjeras, algo que había reclamado en numerosas ocasiones el Partido de acción Nacional (PAN), que siempre consideró insuficiente la apertura propuesta por el Ejecutivo.