Banco Santander
Los ingresos por comisiones duplican ya a los beneficios
Los siete bancos que cotizan en el Ibex 35 ganaron 9.245 millones en 2016 pero ingresaron casi 20.000 por comisiones. Los responsables de las entidades dan por hecho que estos gastos de gestión subirán este año.
Los siete bancos que cotizan en el Ibex 35 ganaron 9.245 millones en 2016 pero ingresaron casi 20.000 por comisiones. Los responsables de las entidades dan por hecho que estos gastos de gestión subirán este año.
Las comisiones y las menores provisiones para cubrir riesgos derivados de los activos problemáticos o las cláusulas suelo se presentan como las dos palancas sobre las que las entidades bancarias basarán sus cuentas de resultados en este ejercicio. Sus responsables dan por descontado que en un entorno de bajos tipos de interés el margen financiero va a seguir muy presionado aunque la actividad crediticia se incremente, por lo que las comisiones van a jugar un papel esencial en la parte alta de la cuenta de resultados. El pasado año, los siete bancos que cotizan en el Ibex 35 obtuvieron un beneficio de 9.245 millones de euros e ingresaron por comisiones 19.878 millones, 2,15 veces más. La cifra de beneficios ha quedado un tanto distorsionada por Banco Popular, que ha restado a los beneficios de las otras seis entidades 3.485 millones, al registrar las mayores pérdidas de su historia. Excluyendo a Popular, los restantes bancos del Ibex obtuvieron 12.730 millones de beneficio y unas comisiones de 19.340 millones (1,5 veces más).
Las previsiones para este ejercicio no son muy diferentes. Es cierto que todo hace prever que la economía seguirá creciendo a niveles muy razonables (+2,7%) y que eso impulsará la actividad bancaria. Pero no es menos cierto que con tipos de interés al 0% y una política laxa del BCE, el margen de intereses, el origen de la cuenta de resultados de una entidad financiera, no va a experimentar grandes avances, pese a que en el cuarto trimestre de 2016 se han apreciado algunas mejoras. El margen bruto (los ingresos de un banco) va a quedar supeditado a las comisiones en la parte positiva y a la reducciones de costes y las menores provisiones en la parte baja de las cuentas. Todos los responsables de los bancos dan por supuesto que las comisiones crecerán este año.
Primero, por que habrá más actividad; segundo, porque parte de los depósitos a plazo de los clientes se está trasladando a los fondos de inversión cuyas comisiones son mayores, y tercero, porque la banca va a cobrar por cualquier servicio que preste si es que todavía no lo está haciendo. Sabadell, que esta semana presentó sus números para 2017, calcula un aumento de las comisiones del 5% para el grupo, en línea con el incremento registrado en 2016. El resto de las entidades no ha escondido que la tendencia de incremento es imparable.
Sólo una entidad, Bankinter, tuvo en 2016 más beneficios que ingresos por comisiones (490 millones frente a 379). Bankia rozó el equilibrio (804 frente a 824 millones), en un ejercicio que comenzó con el anuncio de eliminación de comisiones a los clientes que tuvieran domiciliada la nómina o la pensión (2,4 millones), que le han representado una pérdida de ingresos de 40 millones. Santander ingresó 10.180 millones en comisiones y registró un beneficio de 6.204 millones; BBVA, 4.718 millones frente a unas ganancias de 3.475; Caixabank, 2.090 millones frente a un beneficio neto de 1.047, y Banco Sabadell, 1.148 millones para un resultado positivo de 710,4%.
Los excesos de concentración de riesgos en el sector inmobiliario, las exigencias regulatorias de capital impuestas por Europa y los últimos reveses judiciales han hecho mella en los beneficios que reportan los bancos en los últimos ejercicios, aunque el principal enemigo es el precio del dinero, un 0% desde el 10 de marzo de 2016. A falta de poder sacar una rentabilidad adecuada al dinero, las entidades están casi obligadas a obtener la rentabilidad del cliente. De ahí la batalla que se está jugando en lo que el sector llama la fidelización del cliente. ¿Por qué? Porque al tener una mayor vinculación con la entidad a través de contratar más productos, las posibilidades de cobrar comisiones se incrementan exponencialmente, sobre todo de aquellas que pasan más inadvertidas y que menos minan la confianza de los clientes en su entidad.
El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, ha repetido en diferentes presentaciones de resultados que «cobrar comisiones indiscriminadamente, por cosas que no aportan valor, no tiene sentido. Hay que cobrar donde aportemos valor, no en la administración de cuentas, apuntes, etcétera». En el fondo de sus palabras subyace la idea de evitar cobrar aquellas operaciones que el cliente detecta de forma inmediata, como sacar efectivo de un cajero automático, transferir dinero de una cuenta a otra, el mantenimiento de cuentas o la comisión anual por el uso o no de las tarjetas. Basta con echar un vistazo a las redes sociales para entender que son las que monopolizan las quejas de los ciudadanos.