Vivienda
La Ley de Vivienda provoca una actualización de los alquileres por encima de la inflación
La inflación sube un 1,9% en junio, mientras que los contratos de alquiler se actualizan en base a un índice que para 2023 está topado en el 2% y para 2024 en el 3%. La norma permite negociar la subida, pero si no se llega a acuerdo entre las partes, estos serán los porcentajes a aplicar
España se ha colgado la medalla de ser el primer país la eurozona en bajar su inflación por debajo del 2%. En concreto, según el dato adelantado del INE, la inflación cerró junio en el 1,9%, un hito que queda empañado por el efecto perverso que tendrá la Ley de Vivienda sobre el precio de los alquileres. Según esta normativa, que entró en vigor el pasado 26 de mayo, los contratos de alquiler dejan de actualizarse con inflación y ahora lo harán en base al Índice de Garantía de Competitividad (IGC), que para 2023 está topado en el 2% y para 2024 en el 3%. Previendo que la inflación se estabilice en el entorno del 2% o incluso por debajo durante este año y el que viene, la normativa creada para evitar que las rentas de los contratos vigentes se disparen tendrá el efecto contrario.
"Poco más de un mes ha tardado la Ley de Vivienda en provocar efectos indeseados, y lo ha hecho nada más y nada menos en su principal caballo de batalla: el control de precios", denuncia la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA). "Si se confirman los datos adelantados del IPC de junio, que lo sitúa en el 1,9%, la Ley de Vivienda va a provocar que la actualización de las rentas de alquiler se realice por encima de la inflación, un alza de precios que va a perjudicar a los inquilinos”, alerta José Ramón Zurdo, director general de la ANA.
Zurdo explica que, si sigue bajando el IPC, este efecto indeseado irá en aumento y perjudicará cada vez a un mayor número de arrendatarios sobre todo a los que tengan que actualizar sus rentas en este año y en el 2023, "porque en caso de falta de un nuevo acuerdo con sus arrendadores, las rentas tendrían que actualizarse con el IGC que actualmente está topado con el 2%, y por tanto por encima del IPC", comenta.
En concreto, los contratos de alquiler que se actualicen hasta el 31 de diciembre de 2023 podrán aumentar hasta un 2%. Para aquellos contratos que se actualicen entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2024, el incremento máximo permitido es del 3%. No obstante, la ley permite la negociación entre las partes, pero si no se llega a acuerdo estos serán los porcentajes a aplicar. Teniendo en cuenta que, probablemente, la tendencia de desaceleración de la inflación se consolide, el IPC podría situarse muy por debajo del 2%, mientras que las rentas de alquiler se actualizarán por encima.
Zurdo señala que "cuando se ha constatado un desajuste entre el mercado y la intervención política sobre las rentas de alquiler, han salido distintas fuentes, también gubernamentales, para decir que ahora hay que saltarse la norma y hacer caso al IPC. La Ley es clara y no hay debate jurídico al respecto, y en 2023 las rentas de alquiler se deben actualizar con el máximo del 2% y el 3% en 2024, más allá de lo que marque el IPC".
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