Empresas
«La pasión lleva a la innovación»
«Para alcanzar el éxito se necesita del liderazgo de los directivos y del departamento de Recursos Humanos»
El término «intraemprendimiento» surgió para referirse al concepto de emprender dentro de la compañía haciéndola más fuerte, innovadora y competitiva.
El término «intraemprendimento» no está recogido en el diccionario y, sin embargo, es un término acuñado en los años 80 por primera vez por la pareja de emprendedores Gifford y Elizabeth Pinchot. Escribieron en inglés la palabra «intrapreneur» para referirse al concepto de emprender dentro de la empresa, impulsando proyectos dentro de la misma. Ejemplos de «intraemprendedores» famosos se conoce a Steve Jobs, fundador de Apple, que separó a un grupo de ingenieros del resto de empleados para hacer cosas diferentes dentro de la misma compañía. Todos coinciden en que el «intraemprendimiento» es claramente positivo porque fomenta la innovación, el empleo y la competitividad de la organización haciéndola más fuerte.
Para identificar a este tipo de personas debemos fijarnos en sus cualidades. Carlos Alberto Pérez Rivero, director del Máster en Dirección de Personas y Desarrollo Organizativo de ESIC, sostiene que «son más proclives a emprender aquellos que les gusta trabajar por objetivos, que son inconformistas con los poco retadores y no pertinentes. Profesionales que encuentran satisfacción cuando hacen una aportación de valor, personas con tolerancia al fracaso, que no se quedan paradas ante los problemas y las dificultades y se centran más en detectar oportunidades que inconvenientes. Personas que logran colaboraciones y que también tienen valor para defender sus puntos de vista».
El «intraemprendimiento» comienza a calar en la cultura de las empresas, sobre todo en las de reciente creación y en las «start-ups». «La inmensa mayoría que son punteras en innovación desarrollan esta figura», apunta Pérez Rivero. «La única manera de mantenerse competitivo es lograr que todo el equipo de la empresa, cambie, aporte valor y se implique en proyectos de regeneración empresarial».
Pero también existe una gran demanda de talento «intraemprendedor» en las empresas industriales, explica Aitor Urzelai, director de Bind 4.0, y director de Emprendimiento, Innovación y Sociedad de la Información del Gobierno Vasco. «Las empresas industriales son conscientes de la profunda transformación que estamos viviendo y entienden que trabajar internamente estas capacidades es una vía de acceso a mayores perspectivas de desarrollo y crecimiento. Son empresas que saben responder a las preguntas clave: ¿Qué buscamos en los nuevos negocios? ¿dónde están las oportunidades, dentro o fuera?, ¿cómo las capturamos, estudiamos y probamos?, ¿qué procesos, plazo, financiación y gestión requiere “intraemprender”?». Para favorecerlo se requiere también dotar a los empleados del espacio necesario con el fin de desarrollar sus ideas.
«Hay que contar con un sistema de comunicación interna eficaz, que permita que las personas con ideas exponerlas y desarrollarlas. En nuestra sociedad, es necesario pasar con rapidez de las palabras a los hechos, por lo que si surge un proyecto valioso dentro de una empresa, se deben dar todas las facilidades para que se lleve a cabo y que sea, lógicamente, rentable. En este caso, el beneficio es mutuo», señala el presidente de Nortempo, Bartolomé Pidal.
Son muchas las empresas que cuentan con programas de fomento de la innovación que incentivan a las plantillas a sugerir ideas para mejorar la compañía. Pero para alcanzar el éxito se necesita del liderazgo de los directivos y del departamento de Recursos Humanos. «Tenemos un papel primordial en el impulso del “intraemprendimiento” en la organización de una empresa, fomentando iniciativas para impulsar el diálogo y la puesta en común de ideas innovadoras que puedan dar lugar a una nueva línea de negocio. Además los recursos humanos juegan un papel fundamental en la identificación de perfiles “intraemprendedores” dentro y fuera de la empresa. Es un tipo de profesional diferente, con capacidades marcadas por la innovación y la pasión, y eso lo buscamos sin duda en los procesos de seleccción. La pasión, siempre lo digo, lleva a la innovación», apunta Bartolomé Pidal.
El papel de los mentores
Para llevar a cabo los proyectos es aconsejable generar roles de mentores dentro de la empresa para tutorizarlos. «Es muy importante que haya una referencia clara dentro de la organización para las personas que encajan en las características “intraemprendedoras”. Es una de las vías, pero no la única. La experiencia de compañías reconocidas como “campeonas” en innovación nos dice que hay diferentes modelos de integrar estas capacidades en una organización, pero precisamente, ésa es la clave: que esté integrado, que forme parte de la cultura corporativa y que esté realmente alineada con los objetivos de la empresa», concluye Urzelai.
Garantía de supervivencia
«En España cada vez se entiende más que el “intraemprendimiento” es una fórmula muy eficaz de acelerar nuestra innovación. Cualquier compañía, independientemente de su tamaño, debería aportar medidas y mecanismos para identificar, cultivar y promover el espíritu emprendedor en su organización, para que los más inquietos puedan participar y pilotar proyectos de innovación». Así lo apunta Joan Riera, profesor del departamento de Dirección General y Estrategia de ESADE, para quien los procesos de innovación en las empresas son necesarios para «sostener sus ventajas competitivas». Las empresas ya no son para siempre; incluso las más grandes están expuestas a desaparecer. «El “intraemprendimiento” puede garantizar su supervivencia y un crecimiento rentable, y también las puede llevar a definir las nuevas reglas en su sector. No se trata sólo de impulsar proyectos internos, sino también de captar oportunidades externas».
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