Banco Popular
La gran banca pide una subasta de BMN y no su fusión con Bankia
Casi todas las entidades temen que la unión distorsione la competencia en el sector.
Casi todas las entidades temen que la unión distorsione la competencia en el sector.
Uno a uno, casi todos los grandes bancos han aprovechado la presentación de sus respectivos resultados para oponerse públicamente a los planes del Gobierno de fusionar Bankia y BMN, dos entidades en las que el Estado tiene sendas participaciones del 65%. Una operación que, según los expertos, marcaría el inicio de una nueva oleada de concentraciones en el sector. Todos, excepto Caixabank, coinciden en que lo que debería hacer el FROB es subastar BMN para intentar recuperar la mayor cantidad posible de los 1.645 millones con los que tuvo que rescatar a la entidad.
La más contundente al respecto fue la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, que además de rechazar el plan aseguró que lo que tiene que hacer Bankia es devolver cuanto antes las ayudas públicas del Estado. Aunque más comedidas, las palabras del resto de los directivos del sector que se han pronunciado estos días van en el mismo sentido en lo que a la subasta se refiere. Tanto Carlos Torres, consejero delegado del BBVA, como Jaime Guardiola, su homólogo en Banco Sabadell, creen que todo lo que no sea una subasta distorsionaría la competencia. Las críticas de Pedro Larena, consejero delegado de Banco Popular, han apuntado también a la posible falta de transparencia del proceso. La única entidad que se ha desmarcado ha sido Caixabank. Gonzalo Gortázar, su consejero delegado, ha dicho que le parece «legítima» la decisión del FROB de estudiar todas las opciones para rentabilizar sus participaciones.
Aunque contrarios a la fusión por absorción de BMN por Bankia, casi ninguno de los bancos que la cuestionan ha reconocido interés alguno por la entidad mediterránea. Sólo José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander, se limitó a decir que, en caso de que se subastase, estudiarían la operación. «Si los dueños de BMN deciden ponerla en el mercado, lo decidiríamos en ese momento», afirmó.
Recorte de plantilla y oficinas
Para los expertos, el único atractivo que podría tener para las grandes entidades la adquisición de BMN es que les permitiría su expansión en zonas donde cuentan con menor presencia, como Granada, Baleares o Murcia. Además, con la excusa de la redundancia de oficinas, podrían cerrar sedes y reducir plantillas incluso más de lo necesario por estas duplicidades para reducir costes en un momento muy delicado para el sector, que está acusando sobremanera en sus cuentas de resultados la política de tipos cero del Banco Central Europeo (BCE).
Aunque al sector le chirríe, la posible fusión entre los dos bancos nacionalizados tiene todo el sentido para los analistas. Morgan Stanley cree que la operación sería una forma adecuada de dar un uso rentable al excedente de capital de Bankia. La entidad mediterránea le aportaría un negocio muy rentable por su presencia en Baleares, Granada y Murcia, donde Bankia no está presente. El banco de inversión americano cree que mejoraría su beneficio por acción y cotización en bolsa.
JB Capital Markets cree que se trataría de una operación ganadora. «Win-win» es la expresión en inglés que usa para definirla.