Banco de España

Los hogares que no pueden cubrir sus gastos básicos se disparan en 355.000 y ya son 1,6 millones

La inflación y la subida de tipos eleva los hogares que no llegan a fin de mes hasta el 9%. Las familias de clase media destinan ya el 60% de su renta a sus gastos básicos y pagar una hipoteca variable

Colas del hambre con carritos de bebés junto a la parroquia de San Amaro para recibir alimentos.
Economía.-Crecen los hogares que no pueden cubrir gastos esenciales por inflación y alza de tipos, según Banco de EspañaCristina BejaranoLa Razón

El número de hogares en riesgo de pobreza extrema continúa al alza en los últimos trimestres, acosados por una elevada inflación y por el efecto que ha tenido sobre sus hipotecas la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que ha provocado un shock financiero en uno de cada diez hogares españoles. Así lo advierte el Banco de España en su informe sobre la situación financiera de los hogares y las empresas sobre el primer semestre de 2023. Según sus cálculos, en 2022 el porcentaje de hogares que no puede hacer frente con los ingresos mensuales a sus costes esenciales ha subido hasta el 9%, dos puntos más que en 2020, lo que sería en torno a 1,6 millones de familias que no llegarían a fin de mes,355.000 más que antes de la explosión inflacionaria.

La elevada inflación ha sido la causa determinante que ha provocado la grave pérdida de poder adquisitivo acumulada del 4,5%, lo que ha limitado la capacidad de ahorro y gasto de las familias españolas, y que apenas ha sido compensada con el crecimiento de la renta bruta disponible nominal, que creció un 6,8% desde 2020. Aunque el Banco de España reconoce que las ayudas desplegadas -como las transferencias de renta a los hogares con rentas bajas, el incremento puntual de las pensiones no contributivas, la introducción del ingreso mínimo vital o la reforma del código de buenas prácticas- habrían contribuido a amortiguar algunos de los efectos apreciados en su informe, también pide un sobreesfuerzo para la introducción de medidas especialmente focalizadas en apoyar a estos colectivos desfavorecidos.

El informe estima que las familias con menos renta tuvieron que destinar a gasto esencial un 87% de sus ingresos en 2022 como consecuencia del alza de la inflación y los tipos de interés, frente al 79% de 2021. En este sentido, el organismo señala que el peso de la inflación en esta pérdida de poder adquisitivo en los colectivos más vulnerables es mayor que el de los tipos de interés, ya que el porcentaje de hogares endeudados de renta más baja es "relativamente pequeño", de un 11% y un 21% en el primer y segundo grupo de renta, respectivamente, frente a más del 40% en los más elevados, que estarían más expuestos a la política monetaria del BCE. En cuanto a las familias de clase media, éstas destinan ya cerca del 50% de su renta a cubrir sus gastos esenciales -alimentación, suministros y vivienda-, un porcentaje que se eleva hasta el 60% si el mismo hogar hace frente además al pago de una hipoteca variable.

El supervisor reconoce que aunque se ha ido reduciendo progresivamente la pérdida de poder adquisitivo, por las subidas salariales y la mayor estabilidad de precios, el impacto negativo de la subida de los tipos en los hogares de menores rentas ha sido demasiado alto, solo soportado porque la tasa de ahorro de los hogares en el inicio de 2023 estaba por encima de la media histórica, lo que ha sido utilizado para reducir su ratio de endeudamiento. El informe especifica que el porcentaje de hogares en una situación "especialmente frágil", definidos como aquellos que no pueden cubrir el gasto esencial durante uno a más meses de forma puntual -y además no tienen capacidad de ahorro ni de afrontar gastos extras-, superaría ya el 4%. Este porcentaje es sustancialmente más elevado en las familias con el nivel más bajo de renta, donde llegaría al 17%.

En concreto, el informe apunta que, aunque los hogares más vulnerables han experimentado un deterioro mayor en su capacidad de devolución de deuda y de créditos o de hacer frente a otros gastos, el conjunto de las economías domésticas ha reforzado su posición patrimonial desde finales de 2022 porque ha habido "una recuperación progresiva" del poder adquisitivo perdido desde 2021 como consecuencia de la elevada inflación, "si bien se ha intensificado el efecto adverso de la subida de los tipos de interés sobre la renta disponible de los deudores". Sin embargo, el organismo reconoce la existencia de "algunos indicios" que apuntan ya a un "deterioro progresivo" de la calidad crediticia en los préstamos concedidos a los hogares. "Aunque los créditos dudosos continuaron descendiendo con fuerza, desde finales de 2022 se observa un repunte de los préstamos clasificados por los bancos en la categoría de vigilancia especial".

En este sentido, el Banco de España alerta sobre los costes de financiación de los hogares y las empresas, que han seguido elevándose de forma generalizada tras el cambio de la política monetaria del BCE, que ha provocado que la oferta de crédito bancario se haya vuelto más restrictiva, fundamentalmente por el aumento de los riesgos percibidos por la banca, asociados al deterioro de las perspectivas macroeconómicas, así como por su menor tolerancia a ellos. "El aumento de las dificultades de acceso al crédito habría afectado especialmente a las familias de menor renta y, en el caso de las empresas, a las de menor tamaño, las constituidas recientemente y las que presentan mayores vulnerabilidades financieras", se señala en el informe.

Al igual que en los hogares, el acceso al crédito se ha deteriorado para las empresas y se ha reducido la demanda, principalmente por los mayores tipos de interés y por las menores necesidades para financiar inversiones. Según constata el supervisor, la facturación de las empresas siguió aumentando a un ritmo elevado, aunque el aumento del coste medio de la deuda "estaría empezando a frenar el avance de los beneficios después de intereses". La ratio de endeudamiento de las empresas ha seguido reduciéndose, si bien la de "carga financiera repuntó ligeramente".

Pese a este contexto adverso, el porcentaje de empresas vulnerables descendió en el primer trimestre de 2023 y volvió a niveles prepandemia, al igual que los préstamos dudosos, que continuaron descendiendo, con una caída interanual del 14,9 % en marzo. Los retrocesos han sido más acusados en los sectores más afectados por la pandemia (16,9 %), cuya capacidad de pago ha mejorado, al recuperarse la actividad económica tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad. Al igual que en el caso de los hogares, las ratios de deuda sobre las rentas de las empresas también han descendido en los últimos trimestres, si bien ha repuntado la proporción de los beneficios destinada al servicio de la deuda.