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La granja de insectos más grande del mundo estará en Salamanca

La planta de Tebrio se construye en el Puerto Seco y su desarrollo costará 110.000 millones de euros

Investigación de la compañía Tebrio
Investigación de la compañía TebrioTebrio

Hace ya más de diez años, en 2014, dos salmantinos compraron a través de Internet una caja de dos kilos de insectos con un objetivo claro: «Hacer algo positivo y mejorar la vida de las personas». Adriana Casillas y Sabas de Diego fundaron ese año la compañía biotecnológica Tebrio, que comenzó con una convivencia de ambos con estos insectos en su propia casa, y ha acabado convirtiéndose en una empresa líder mundial en la producción y transformación del insecto tenebrio molitor –más conocido como el gusano de la harina–, algo que ambos tenían claro que pasaría desde que decidieron hacer esta compra. «Para mí era fundamental aportar a la sociedad. Entonces por eso surgió la idea de negocio y para allá que fuimos», explica a LA RAZÓN la CEO de Tebrio, Adriana Casillas.

La actividad de esta compañía consiste en criar y transformar industrialmente insectos en ingredientes de primera calidad –como la harina de insecto–, para la alimentación animal y la nutrición de plantas. Sus cuatro productos principales son la proteína y grasa para crear piensos para animales –desde mascotas hasta sectores como el porcino, la acuicultura y la avicultura–; fertilizantes orgánicos para la nutrición de suelos y plantas; y polímeros para diferentes usos biotecnológicos industriales.

Desarrollo I+D

No obstante, a pesar de los nichos que tienen conquistados, Tebrio ahora está centrado en I+D para desarrollar diferentes funcionalidades dentro de la alimentación humana, reafirmando así su compromiso con la innovación: «Nuestro objetivo es controlar la diabetes o la hipertensión a través de cápsulas que se puedan ingerir, o bien a través de otros tipos de productos más relacionados con farma», sostiene Casillas.

Coincidiendo con el décimo aniversario de la compañía, Tebrio ha decidido colocar en Salamanca la primera piedra de la que será la granja de insectos más grande del mundo. Esta nueva planta ocupará una superficie total de 90.000 metros cuadrados, que permitirá a la biotecnológica alcanzar una capacidad de producción anual superior a las 100.000 toneladas de productos a partir de insectos. Aunque esta fábrica iniciará su primera fase en el último trimestre de este año, no estará operativa hasta 2028.

El coste de su construcción, cuando esté finalizada, será de 110 millones de euros. La granja se encuentra en una ubicación privilegiada: el Puerto Seco de Salamanca. Esta es una plataforma intermodal estratégica en cuanto a comunicaciones y «uno de los principales polos de atracción de la actividad logística y de transporte» del oeste de España. «La construcción de nuestra nueva planta representa un hito no solo para Tebrio, sino también para todo el sector biotecnológico», señala Casillas. Y añade que este proyecto va acompasado de su visión de liderar un cambio hacia una industria «más sostenible, eficiente y respetuosa con el medio ambiente”.

Asimismo, esta granja de insectos creará 150 empleos directos y 1.350 indirectos y desde Tebrio tienen la idea de apostar por trabajadores locales para fomentar la economía de esta comunidad y ayudar a la población en Castilla y León, reafirmando así su compromiso con el desarrollo regional. «Este proyecto no solo impactará globalmente, sino que también seguirá fortaleciendo la economía local y regional».

Contra la España vaciada

A pesar de que la biotecnológica cuenta con mucho talento junior procedente de la Universidad de Salamanca o la Universidad Pontificia de Salamanca, explican a este diario que necesitan personas «senior». Por tanto, uno de los retos a los que se enfrenta esta empresa es el de atraer a este talento con más experiencia a Salamanca. «Entiendo que con un trabajo colaborativo interesante entre diferentes instituciones podemos atraer a esas personas», asevera Adriana Casillas, que considera que, de esta forma, esta fábrica y, en general la industria, se convertirá «obviamente» en la solución al problema de la España vaciada.

Esta fábrica se alimentará de fuentes renovables y triplicará su actual porcentaje de autosuficiencia energética con el uso de paneles solares, los cuáles le proporcionarán energía solar 100% renovable. Tebrio también hará uso de los residuos de grava y de tierra como material para construir la propia planta.