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Las grandes del Ibex no siguen al Sabadell de vuelta a Cataluña

CaixaBank, Naturgy o Cellnex aseguran que el traslado de sus sedes sociales no es un tema que esté sobre la mesa. «Ni siquiera está en revisión el cambio»

Edificio del Banco Sabadell, en San Cugat del Vallés, Barcelona.
Edificio del Banco Sabadell, en San Cugat del Vallés, Barcelona.David ZorrakinoEuropa Press

El anuncio de Banco Sabadell de retornar su sede social y su domicilio fiscal a Cataluña no ha servido para catalizar más anuncios de grandes empresas que quieran volver a la región tras su salida en 2017 después el 1-O y la fallida declaración unilateral de independencia. La mayoría de ellas –como Naturgy, Cellnex o Abertis– remiten a lo que expresaron sus máximos representantes en consejos de administración y juntas de accionistas, en las que aseguraron que no tienen entre sus prioridades tomar esa decisión. Únicamente, CaixaBank, mostró ayer con rotundidad que no estudia trasladar de nuevo su sede social a Barcelona desde la Comunidad Valenciana. «Nuestra sede está en Valencia con carácter indefinido y ni siquiera está en revisión un cambio».

Fuentes de CaixaBank reiteraron que «tenemos la misma postura que hemos mantenido desde que decidimos trasladarnos». El entonces presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, ya reiteró en infinidad de ocasiones la «vocación de permanencia. Pensamos que la sede en Valencia es la mejor para nuestros depositantes y accionistas». En el mismo sentido, durante los últimos años las grandes empresas que se marcharon en 2017 han ido ratificando en ruedas de prensa y juntas de accionistas que no contemplaban cambio alguno en su sede social.

En el caso de Naturgy, el pasado mes de junio, durante la presentación de sus resultados, su presidente, Francisco Reynés, dijo que el retorno de la sede social de Madrid a Barcelona «no es una cuestión tratada en el Consejo. No hay nada en este sentido». En cuanto a Cellnex, su anterior presidenta, Anne Bouverot, volvió a reiterar en su última junta que la compañía «no contemplaba de ninguna manera su regreso a Cataluña».

En los últimos años, la estabilidad ha sido la nota predominante en las sedes de las grandes empresas, entre las que apenas ha habido movimientos, salvo el de Cementos Molins, que el pasado diciembre regresó su sede social a Cataluña. Alguna compañía de menor tamaño decidió también dar ese paso, pero la realidad es que la región catalana continúa perdiendo peso empresarial. El goteo de salidas se mantiene incesante desde 2017, año cumbre del «procés» y causa directa de este modelo de destrucción del tejido empresarial catalán. Las últimas cifras confirman que este proceso de deslocalización mantiene a la región que preside Salvador Illa como la que más empresas deciden dejar el territorio. Las que han trasladado su domicilio social desde Cataluña a otra comunidad desde finales de 2017 alcanzan casi las 5.000, según el último estudio de Informa D&B, aunque el Colegio de Registradores eleva a esa cifra por encima de 10.000. En ambos casos, Cataluña lidera el ranking de saldo negativo desde hace siete años.

Fuentes empresariales consultadas por LA RAZÓN estiman que la decisión tomada por la cúpula de la entidad bancaria que preside Josep Oliu tiene más que ver con la situación interna del banco por la OPA hostil lanzada por el BBVA que por la estabilización política de la región tras el triunfo de Salvador Illa en las últimas elecciones. Estas mismas fuentes relacionan directamente la vuelta a Cataluña, tras más de siete años en Alicante, con un cambio de estrategia para dificultar la operación lanzada contra la entidad. Una decisión que se habría producido para hacer frente común con el Gobierno de Pedro Sánchez y el de la Generalitat con el objetivo de impedir la fusión, todavía pendiente del pronunciamiento clave de la CNMC y, en contraprestación, el Gobierno atraería a sus socios independentistas.

El regreso del Sabadell sí ha sido celebrado por la patronal empresarial. Para el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, la «vuelta a casa del Sabadell es una buena noticia. Siempre hemos defendido desde CEOE que todas las empresas catalanas que salieron vuelvan a Cataluña».