Los exportadores de tomates marroquíes contestan con amenazas a una demanda de la COAG que denuncia la superación de las cuotas previstas

Medios marroquíes se hacen eco del anuncio realizado en España por la Coordinación de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de España (COAG) de demandar a los importadores de tomates marroquíes al incurrir, presuntamente, “evasión fiscal” después de superar el límite exento de derechos de aduana dentro del acuerdo de libre comercio entre los dos países y la Unión Europea, que autoriza unas 230 mil toneladas anuales desde 2019.

Andrés Góngora, del citado sindicato agrícola, anunció que "tomará medidas legales contra los importadores de tomates marroquíes, por fraude fiscal"; “las cantidades superaron significativamente la cuota de 285.000 toneladas anuales de tomate libre de impuestos, con un precio mínimo de 0,46 euros el kilogramo, según lo estipulado en el citado acuerdo”, subrayó.

Por su parte, Rachid Benali, presidente de la Confederación Marroquí de Agricultura y Desarrollo Rural (Comadir), aseguró que “no hemos recibido nada ni ningún documento oficial sobre la demanda prevista”. “El recurso de la COAG de arrastrar a los importadores españoles de tomates marroquíes a los tribunales, si sucede, sentará un precedente. Nunca ha existido ni siquiera una amenaza por parte de este sindicato en este sentido». Explicó a HessPress que "la demanda que la Confederación había presentado contra los saboteadores (sic) el pasado mes de marzo, sigue su curso y no hay decisión al respecto”.

“Si la ira pasa de una amenaza de persecución judicial a una segunda ola de sabotaje a las importaciones de tomates marroquíes, la Confederación no dudará en presentar una nueva demanda contra los afectados”, advirtió. Respecto a los problemas “que puede plantear multar a los importadores españoles por la salida de los excedentes de tomate marroquí”, dijo que “los profesionales siempre están ocupados buscando nuevos mercados, entre ellos el americano y el brasileño”.

Por su parte, Al-Hussein Adardour, presidente de la Federación Interprofesional de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas de Marruecos, consideró “la amenaza de demandar a los importadores españoles como la última escaramuza en la que los agricultores del vecino del norte intentan presionar a su Estado para que "proporcionarles apoyo financiero", y añadió que "estos agricultores han estado intentando, durante muchos años,explotar el asunto de las importaciones marroquíes para lograr ganancias auto-rentables". “El paso que pretenden dar las organizaciones de agricultores y ganaderos españoles implica una especie de politización habitual. Siempre han estado protestando contra las exportaciones marroquíes de hortalizas, sobre todo los tomates, y no consiguieron reducir su número ni su atractivo para los importadores españoles".