
Sistema monetario
Esta es la diferencia entre pagar con el euro digital y con tarjeta de crédito: tienen un identificador
La diferencia entre estos dos métodos de pago encuentra sus distinciones en los intermediarios y en el sistema de control de las entidades que los fundamentan

Con la mirada puesta en la posibilidad, cada vez más insistente, de que el euro digital se instaure como la moneda oficial de toda la zona europea que utiliza este sistema monetaria, surgen miles de preguntas en torno al paradero del resto de modelos de pago tradicionales. En realidad ocurre algo parecido a lo que sucedió con la implementación de las tarjetas de crédito. La adición de un nuevo procedimiento que prescinde del factor físico para centrar su importancia en la digitalización, y los datos que residen en la red, ha propiciado una oleada de críticas, precisamente, por la incertidumbre generada alrededor del porvenir que les espera a los ciudadanos. Sin embargo, hay algo que diferencia a estos dos cambios.
Sin duda alguna, toda la tensión que se respira viene precedida de las probables funcionalidades de este nuevo euro digital. Se ha llegado a poner en duda la privacidad y los derechos con los que cuentan cada uno de los habitantes de estos países. El registro constante de nuestras transacciones puede llevar a que cada movimiento económico pueda ser exhaustivamente controlado por las instituciones mandantes. Y, aunque siempre hay algo de mito en todo esto, la realidad es que expertos en la materia de todo el mundo han aclarado la eventualidad de que esto vaya adelante. En la actualidad, nos encontramos en la "fase de preparación" que, una vez finalizada, será sucedida por la fijación de los términos de implementación de esta moneda.
Un economista explica la diferencia
Si bien en un primer análisis, superficial y sin entrar en profundidad, pudiera parecer lo mismo, o al menos sistemas muy parecidos. El economista y analista Daniel Villares ha esclarecido en sus redes sociales la principal diferencia que es crucial conocer para entender el potencial del euro digital. Hay que comprender que el factor distintivo radica en el hecho de que el dinero contenido en las tarjetas de crédito no deja de ser dinero en efectivo que se ha transformado en digital, mientras que el otro tipo de euro sería una moneda de por sí que se guarda en un billetero electrónico. Asimismo, en este segundo caso, no existe una entidad bancaria intermediaria sino que es el propio Banco Central Europeo el que lo gestiona.
"Cada euro, si lo crean con blockchain y con contratos inteligentes, que se emite tiene un identificador" indica el especialista. Esto se refiere a que el hecho de que cada euro tenga ese registro identifica al propietario y al portador, entre otras informaciones. "Mediante contratos inteligentes podrían limitar cualquier tipo de cosa, por ejemplo, el dinero que tienes en tu billetera, en que países puedes gastarlo, o pueden poner restricciones a ciertas compras", explica. Por tanto, el anonimato que tanto anuncian podría estar en grave peligro. Sin embargo, toda la realización y producción de esta moneda todavía es incierta, hasta que no lo confirme el BCE no conoceremos de primera mano el funcionamiento real del euro digital. Pero con este método, las consecuencias son claras.
¿Es realmente viable la implementación del euro digital?
Aunque nos encontramos en un terreno desconocido, si se llega a proceder al uso de las monedas digitales, los peligros son tan claros como los avances. Es verdad que la economía sumergida, que hoy en día sigue moviendo miles de millones de euros a espaldas del marco legal, desaparecería, y también sucedería lo propio con las falsificaciones de monedas. Pero, claro, no hay que dejar de lado la importancia de que ha de prevalecer por encima de todo el bien del ciudadano, que, en nuestros días se rige por su valía democrática, y esta solución, en gran parte, delimita la frontera entre las libertades y los beneficios del Estado, algo por lo que se ha luchado durante siglos.
En octubre de 2025 finaliza la etapa en la que actualmente se encuentra el proyecto desde noviembre de 2023. Una vez se llegue a esta fecha límite, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo se deberá reunir para pasar a la siguiente etapa en un estudio donde se valorarán todos estos aspectos. En el caso afirmativo de que siguiera adelante el proyecto comenzaría una nueva era de formalización e implementación con la fundación de las bases jurídicas y legislativas. Además de la consecuente firma de los términos y condiciones de la aplicación del proyecto.
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