Comercio
La importaciones de energía doblan el déficit comercial en España hasta los 68.112 millones en 2022
El déficit energético no solo se debe a un aumento de su precio, sino también en volumen, ya que se importaron más de estos productos por la reactivación de la economía y el transporte, así como ante la necesidad de acumular reservas
El 2022 no ha sido un año fácil, ya que nuestro país ha tenido que enfrentarse a numerosos obstáculos que han condicionado el crecimiento de la economía. En este contexto, el déficit comercial en nuestro país se situó en los 68.112,2 millones de euros en 2022 -debido al aumento de las importaciones energéticas, tanto en volumen como en precio-, más del doble que un año antes (26.177,9 millones), según los datos publicados este jueves por el Ministerio de Industria.
Las exportaciones de mercancías españolas crecieron un 22,9%, alcanzando los 389.208,9 millones de euros; mientras que las importaciones ascendieron un 33,4% (457.321,2 millones de euros) a raíz del fuerte aumento de los precios derivados de la guerra en Ucrania, poniendo de manifiesto el "dinamismo" del sector exterior español, según la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez. En lo que a importaciones se refiere, el incremento que se explica principalmente por el fuerte alza de los precios (subieron 24,2%), aunque también del volumen de compra (un 7,4% más).
La evolución de la balanza comercial este último año se debe sobre todo a la energía, ya que es la responsable de más de tres cuartas partes del déficit comercial; por lo que el déficit energético ascendió a 52.616,8 millones, lejos de los 15.495,5 millones del no energético.
En este contexto, el desfase energético también se debe a un incremento de las importaciones de energía, 90.879 millones -el doble que un año antes- y el producto más importado, un 20% del total, a raíz del fuerte alza de los precios y un aumento de las compras en volumen. En 2022 se importaron más de estos productos por la reactivación de la economía y el transporte, así como ante la necesidad de acumular reservas en un contexto marcado por la guerra en Ucrania, ha explicado Méndez. Las mayores compras energéticas duplicaron las importaciones procedentes de Estados Unidos, aunque también crecieron con fuerza las procedentes de la Unión Europea (19,7%), América Latina (51,9%) o Asia (42%).
No obstante, el crecimiento de las importaciones no se debe solo a este factor, sino que también contribuyeron a ello los bienes de equipo (con un aumento del 26,7%), alimentación, bebidas y tabaco (31,2%) y productos químicos (18,6%).
Debido al deterioro del saldo comercial de 2022, la tasa de cobertura -porcentaje de las importaciones que puede cubrirse con las exportaciones- cayó al 85,1%, 7,3 puntos menos que en 2021.
Las exportaciones cerca del umbral de los 400.000 millones
Las exportaciones sumaron 389.209 millones, cerca del objetivo de alcanzar el umbral de los 400.000 millones en 2027, un avance que estuvo más relacionado con los precios (subieron un 18,3%) que con el volumen (creció un 3,9%).
Los productos químicos fue el sector que más contribuyó al avance de las exportaciones, ya que vendieron un 34,6% más en el exterior. A este le siguen los energéticos (un 80,1%), semimanufacturas no químicas (20,4%) y alimentación, bebidas y tabaco (12,8%).
Las exportaciones a la Unión Europea, que supusieron el 62,8% del total, crecieron un 24,9%, un repunte que se observa en todos los principales mercados salvo China, que cayó un 7,5% por las menores ventas de productos cárnicos.
Las tasas de crecimiento de importaciones y exportaciones se fueron moderando a partir del final del verano y, según Méndez, todo apunta a que las exportaciones continuarán creciendo en 2023, aunque de forma más moderada debido en parte a la propia normalización de los precios.
Menos exportaciones a Rusia y Argelia
Las exportaciones a Rusia en 2022 se redujeron un 42% debido a la guerra en Ucrania así como los sucesivos paquetes de sanciones; aunque las importaciones aumentaron un 26,4% debido al encarecimiento de los productos energéticos -el mes de diciembre ya muestra una contracción-.
Las exportaciones a Ucrania también se resintieron, aunque han aumentado las de bienes energéticos y bienes de equipo y se han incrementado las importaciones de cereales.
Por lo que respecta a Argelia -que en verano congeló la domiciliación de las cuentas ligadas al comercio exterior-, las exportaciones bajaron un 45,9% (un desplome que llegó al 9 % en diciembre), aunque las importaciones evolucionaron con normalidad.
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