Finanzas
Economía descarta aprobar más provisiones para la banca
El Ministerio de Economía ha descartado definitivamente regular con carácter normativo los posibles riesgos derivados de las refinanciaciones, reestructuraciones, renovaciones o renegociaciones firmadas con empresas en dificultades a lo largo de la crisis. No habrá «Guindos III». El Gobierno cree que la aplicación de la circular 2/2004 del banco de España es suficiente para garantizar la solvencia de la banca española. Fitch aseguraba hace menos de un mes que la banca tendría que provisionar otros 10.000 millones de euros. Otras de las grandes agencias de rating, Moody's, se manifestaba en sentido contrario y aplaudía la medida adoptada por el Banco de España y añadía que supondrá una presión añadida para el resto de la banca europea.
El Gobierno confía en que las circunstancias económicas mejoren en la segunda mitad del año, lo que se traducirá también en una mayor actividad bancaria, muy apagada en los dos últimos años. Si la economía no mejora, está claro que la morosidad continuará su marcha ascendente y el reflejo final acabará trasladándose a las cuentas de resultados del sector. Los últimas previsiones que maneja el Ejecutivo sitúan el final de la recesión en el tercer trimestre de este mismo año. Luis de Guindos, ministro de Economía, ve posible incluso que el PIB pueda registrar su primer crecimiento intertrimestral en el cuarto trimestre del año.
Febrero y mayo de 2012
En febrero de 2012, el Ministerio de Economía aprobó un real decreto ley de saneamiento del sector financiero que imponía nuevos requerimientos de provisiones y capital, con el objetivo de cubrir el deterioro de los balances bancarios ocasionado por el desplome de la actividad inmobiliaria. Unos meses después, en mayo, un segundo real decreto ley, conocido popularmente como «Guindos II», aprieta las tuercas al sector en un intento casi desesperado de disipar cualquier duda sobre la solvencia del sistema financiero español.
Luis de Guindos reconoció en una entrevista concedida a LA RAZÓN que en abril del pasado año España pasó uno de los peores momentos económicos de sus historia, con la sombra del rescate sobrevolando día tras día.
El segundo decreto estableció nuevos requerimientos de cobertura de créditos dudosos a lo establecido en el primero, que incluían no sólo los créditos considerados dudosos y subestándar (aquellos al corriente de pago pero que presentan circunstancias que aconsejan una vigilancia extrema por haber cambiado las condiciones de algunos de los prestatarios), sino aquellos considerados «normales» por la banca.
Bancos en pérdidas
A diferencia del primer decreto Guindos, el segundo exigía que, si las condiciones de solvencia de la entidad se veían afectadas por su cumplimiento, éstas deberían recurrir a ampliaciones de capital o solicitar el apoyo financiero y la intervención de Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
El resultado de todas estas actuaciones normativas es que los grupos bancarios españoles perdieron el pasado año 1.653 millones de euros, por primera vez en muchos años. Este resultado fue inferior en nada menos que 11.431 millones de euros al registrado el año anterior. Estas pérdidas responden al esfuerzo en provisiones y saneamientos realizados por el sector que, como dijo a finales de marzo el presidente de la AEB, Miguel Martín, «no tiene precedentes en el sistema financiero nacional e internacional».
El pasado año, el sector bancario destinó a dotaciones y provisiones para créditos y otros activos 42.703 millones de euros de su cuenta de resultados, 15.104 millones más que en el ejercicio anterior. El margen bruto de la cuenta consolidada del sector, es decir, sus ingresos, sumaron 77.989 millones de euros, un 3,2% más que en 2001.
El 14% del PIB
Desde que comenzara la crisis, en el año 2007, la banca ha destinado a saneamientos y dotaciones un total de 146.819 millones de euros, el equivalente al 14% del Producto Interior Bruto. Entre 2007 y 2008, la banca sólo tuvo que provisionar 26.794 millones.
De acuerdo con los datos del Banco de España, el importe de las refinanciaciones y reestructuraciones realizados por la banca española ascendí a 208.206 millones de euros, lo que supone el 13,6% del total del crédito concedido al sector privado residente. Un tercio de esta cifra corresponde a empresas constructoras e inmobiliarias, el 36,2% a otras empresas, un 24,4% a hipotecas, el 5,3% al resto de créditos a hogares, y el 1,1% restante a administraciones públicas.
Los criterios que ha acordado el Banco de España el 30 de abril, a través de una circular, parten del principio de que las refinanciaciones deberán ser utilizadas de manera prudente, sin desvirtuar el reconocimiento del deterioro por riesgo de incumplimientos. Tendrán que estar basadas en un esquema de pagos realista y actualizar el valor de las garantías existentes en función de las condiciones del mercado. El Banco de España aconseja considerar las operaciones de refinanciación como riesgo «subestándar», salvo que haya circunstancias objetivas que justifiquen su clasificación como «riesgo normal» o «dudoso». La banca cree que con su actividad diaria no hace falta más.
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