Manifestación
CC OO echa leña a las protestas del campo: critica que los manifestantes son empresarios que se niegan a subir el SMI
Unai Sordo ha recordado la diferencia de condiciones laborales del campo español frente a otros países como Francia para responder a las advertencias del sector agrario español sobre la falta de trabajadores
Comisiones Obreras (CC OO) ha cargado este martes contra las protestas del campo español. Coincidiendo con la aprobación en Consejo de Ministros de la subida salario mínimo interprofesional (SMI), el secretario general de CC OO, Unai Sordo, ha señalado que en general quienes se están movilizando en las protestas de agricultores son empresarios del campo y no trabajadores y que, en muchos casos, "son los mismos" que se oponen a subir el salario mínimo interprofesional (SMI).
Preguntado por las protestas de agricultores, que están afectando desde primera hora de este martes a numerosas carreteras con cortes totales o parciales debido a la presencia de tractores, Sordo ha señalado que, sin quitarle ninguna legitimidad a la protestas, "básicamente responden a intereses empresariales". En rueda de prensa para presentar un informe sobre la brecha salarial elaborado por su sindicato, el líder de CCOO ha insistido en que estas movilizaciones no están ligadas a las organizaciones sindicales y piensa que "no están siendo particularmente masivas".
Sordo considera que los manifestantes "tienen razón" al pedir condiciones más equilibradas en los acuerdos exteriores de la Unión Europea con otras áreas del mundo, como África, América Latina, Asia o Estados Unidos, pues hay que exigir condiciones sanitarias y sociales mínimas a los productos procedentes de terceros países para evitar la competencia desleal. "Pero en la medida en que simplemente lo que se esté planteando sea una forma de mejorar las subvenciones de todos para no tener un sector mejor organizado, comparto menos esas reivindicaciones", ha añadido.
Sordo se ha referido además a las quejas del campo de que no encuentran españoles para trabajar en el sector. En este punto, ha recordado "decenas de miles" de españoles se van a trabajar todos los años a la vendimia francesa. "Lo mismo es que hay una diferencia de condiciones salariales y de condiciones laborales tan importantes entre Francia y España que es la razón por la que no encuentran gente de nuestra nacionalidad para trabajar en el campo", ha argumentado y ha lamentado que el ministro de Agricultura, Luis Planas, no se reúna también con organizaciones de trabajadores del campo.
Los agricultores que ya se están manifestando desde mediados de la semana pasada y que este martes han bloqueado cientos de carreteras en toda España, se han organizado de manera independiente a través de redes sociales. El calendario de protestas pactado por Asaja, COAG y UPA, las organizaciones agrarias mayoritarias, arrancará el próximo jueves, 8 de febrero. Por ello, fuentes del sector consultadas por LA RAZÓN han evitado pronunciarse sobre las críticas de CC OO. No obstante, las organizaciones mayoritarias ya manifestaron su postura sobre la nueva subida del 5% del SMI, hasta 1.134 euros brutos en 14 pagas, cuando el Ministerio de Trabajo la pactó con los sindicatos, pero sin el apoyo de los empresarios. Asaja considera que los trabajadores deben tener un salario digno y no se oponen a las subidas, pero la organización reclama apoyo, con bonificaciones al empleo, para que el sector agrario pueda asumirlo. En el mismo sentido se pronunció recientemente Juan José Álvarez, secretario de organización de Asaja: "Los costes de producción se han multiplicado, así como los costes salariales que han subido un 54% desde 2018. ¿Quién puede asumirlo si no hay compensaciones en las cotizaciones?".
La frustración y el malestar en el sector agrario ha inundado las carreteras españolas para reclamar al Gobierno español y a la UE medidas inmediatas contra la sequía, los costes de producción disparados y precios que no los cubren, la competencia desleal de las importaciones de países terceros que no cumplen los requisitos europeos y el exceso de burocracia y de exigencias medioambientales de la Política Agraria Común (PAC). Por el momento, las protestas del campo europeo han llevado a la UE a retirar la propuesta de reducir a la mitad el uso de pesticidas.