Crow, el sistema antidrón de Indra que protegió el cielo de la COP 16

Los ataques con drones son una de las principales amenazas no solo en casos de conflicto bélico, sino también ante posibles atentados terroristas. Estas aeronaves sin piloto, que se controlan de forma remota, simbolizan el arma del futuro, ya que son prácticamente invisibles e implacables en sus objetivos. Por ello, Indra, una de las compañías más punteras en ofrecer y desarrollar soluciones en el campo de la defensa, ha creado el sistema antidrón Crow, uno de los pocos que ya han demostrado su eficacia en operaciones reales. De hecho, protegió a los soldados españoles durante su misión en Mali y a los presidentes y jefes de Estado que aterrizaron en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz para acudir a la Cumbre de la OTAN, hace dos años.

Más recientemente, la compañía ha sido clave en la seguridad de la COP16 en Cali (Colombia), celebrada entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre, donde desplegó su innovador sistema para proteger a líderes de 196 países. Durante la COP16, Crow operó las 24 horas del día, gestionando un promedio de múltiples incidencias diarias y ofreciendo una vigilancia activa que incluyó identificación, rastreo, clasificación y neutralización de amenazas. Para lograrlo, Indra implementó una «burbuja de protección» que cubría varios kilómetros, utilizando una combinación de sensores avanzados: radares 3D, sensores de radiofrecuencia, cámaras térmicas y visibles, y sistemas de neutralización «soft kill». Este tipo de neutralización inhibe los drones no autorizados sin afectar a aquellos que sí cuentan con permisos de operación.

Todo tipo de ataques

Asimismo, el pasado mes de septiembre, el sistema de Indra se enfrentó en ejercicios de la OTAN a ataques con drones modificados para dificultar su neutralización. De esta forma, la compañía realizó una demostración en Países Bajos en el marco de los Ejercicios de Interoperabilidad Antidrón (TIE24), organizados por la Agencia de Información y Comunicaciones (NCIA) de la OTAN, lo que le permitió exhibir la capacidad de su solución para interoperar con todo tipo de sistemas y adaptarse a cada misión y tipo de ataque, incluso en aquellos en los que se emplean enjambres de drones modificados para resistir contramedidas. Este tipo de ataques es especialmente mortífero, ya que los drones en enjambre funcionan de manera ordinaria y lanzan ataques suicidas cuando reciben la orden, lo que representa una nueva frontera en la guerra. Durante los ejercicios en Países Bajos, Crow logró integrarse con 27 sensores y efectores de diversas procedencias, demostrando su adaptabilidad en tiempo real. Esto es posible gracias al uso del nuevo estándar de interoperabilidad de la OTAN, C-UAS AEDP-4869, conocido como SAPIENT.

Juan López Campos, responsable de la solución Crow en Indra, considera que el sistema no solo ofrece flexibilidad, sino una «libertad completa» a cada ejército para configurar el sistema que mejor responda a sus necesidades. «El sistema está preparado para trabajar de manera combinada con otros sistemas aliados y en una futura nube de combate, reforzando la capacidad de los ejércitos de integrar recursos y mantener una ventaja estratégica», añade.

Durante los ejercicios, Indra participó en los llamados «Desafíos de Rendimiento» («Performance Challenge»), una prueba ciega en la que los sistemas son evaluados sin una configuración previa específica. Con esta modalidad, la OTAN busca probar los límites y validar el nuevo estándar de interoperabilidad. Al ser capaz de adaptarse en estas condiciones, Crow demostró que el sistema no solo es efectivo, sino versátil en cualquier escenario posible.

Uno de los puntos más destacados de Crow fue su facilidad de uso. Operadores militares sin formación específica lograron manejar de forma instintiva el sistema de manera efectiva, destacando así la intuitividad y operatividad que Indra ha diseñado en este producto. Este aspecto cobra importancia en situaciones de emergencia, donde la rapidez de respuesta puede ser crucial.

Gracia a Crow, Indra se sitúa como como un actor clave en la defensa antidrón, demostrando una capacidad única para enfrentar las amenazas emergentes en escenarios bélicos y de seguridad civil.