Banca

Competencia decidirá a mediados de noviembre el futuro de la OPA del BBVA sobre Banco Sabadell

En caso de dar su visto bueno, la operación quedaría aprobada en fase 1. En caso contrario, la OPA pasaría a fase 2

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Cani Fernández Vicién, presidenta de la CNMCEuropa Press

La primera resolución sobre la OPA de BBVA sobre Sabadell se conocerá en apenas 15 días. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) decidirá a mediados de noviembre si aprueba o no la operación en fase 1. Esta primera fase sirve para analizar la operación con el fin de que el Consejo de la CNMC pueda decidir si debe ser autorizada, con o sin compromisos, o si, por el contrario, exige un análisis más detallado. La sala de Competencia, encargada de estudiar el impacto de esa hipotética fusión, no va a adoptar formalmente ninguna decisión inmediata sobre esta cuestión, pese a que se han reunido este miércoles para su tratamiento.

Por tanto, de dar su visto bueno, la operación quedaría aprobada en fase 1. En caso contrario, la OPA pasaría a fase 2 y, por tanto, a un análisis de mayor profundidad que bajo varios escenarios exigiría elevarla al Gobierno. Tal y como se recoge en la Ley de Defensa de la Competencia, el análisis de control de concentraciones se compone de dos fases. En una primera fase, que dura "un máximo de un mes" -sin incluir posibles suspensiones para solicitar, por ejemplo, más información-, se analiza la operación y el consejo de la CNMC decide si la operación debe ser archivada, si es susceptible de ser autorizada (con o sin compromisos) o, si por el contrario, la concentración requiere ser analizada más detalladamente por los problemas de competencia que pueda generar, lo que daría paso a la segunda fase del procedimiento, donde se contempla la participación de terceros interesados.

Tras el análisis en segunda fase, la CNMC resolvería si la concentración debe ser autorizada de pleno o autorizada con compromisos. Si los compromisos no fueran suficientes para resolver los problemas de competencia observados, Competencia puede decidir imponer condiciones a la concentración que complementen o sustituyan los compromisos propuestos por la entidad. Finalmente, en caso de que no existan compromisos o condiciones que resuelvan los problemas de competencia, la CNMC podría prohibir la concentración. En el caso de que la resolución del consejo de la CNMC sea de prohibición o subordinación a compromisos o condiciones, la operación pasaría al Ministerio de Economía que, a su vez, podría elevarla en un plazo de 15 días al Consejo de Ministros.

La Ley autoriza que el Consejo de Ministros pueda valorar las concentraciones económicas "atendiendo a criterios de interés general", distintos de la defensa de la competencia, incluyendo factores como la defensa y seguridad nacional, la protección de la seguridad o salud públicas, la libre circulación de bienes y servicios dentro del territorio español, la protección del medio ambiente, la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológicos, y garantía de un adecuado mantenimiento de los objetivos de la regulación sectorial. "El acuerdo final [del Consejo de Ministros], que podrá autorizar con o sin condiciones la concentración, deberá adoptarse en un plazo máximo de un mes y puede solicitarnos un informe", señala Competencia en su página web, aunque el acuerdo final debe estar "debidamente motivado".

La Comisión Nacional de los Mercados de Valore (CNMV) mantiene pendiente de resolución la oferta del BBVA a los accionistas del Sabadell, paso clave para aprobar el folleto de la OPA y que el banco pueda salir adelante con sus planes de compra. Todo apunta a que el supervisor bursátil ha decidido esperar hasta conocer la opinión de Competencia sobre la fusión, por lo que podría conocerse en noviembre o demorarse en el tiempo si la CNMC activa la fase 2.

BBVA mantiene su oferta de ofrecer a los accionistas del Sabadell el pago de 0,29 euros en efectivo y entregar una acción nueva por cada 5,019 del Sabadell, teniendo en cuenta los dividendos pagados por ambas entidades en octubre. Antes de esos abonos, la oferta del BBVA pasaba por ofrecer únicamente una acción nueva del banco comprador por cada 4,83 del Sabadell siempre que sus titulares aceptaran la propuesta de vender los títulos. En caso de que la CNMC prohíba la fusión, BBVA deberá vender toda o parte de su participación en Sabadell en los términos que estipule la propia autoridad de competencia. En el caso de que la CNMC apruebe la concentración de los dos bancos, pero sujeto al cumplimiento de condiciones, BBVA estaría obligado a cumplirlas o a vender una parte o toda la participación en el banco.