Este acontecimiento se ha popularizado en los últimos años con motivo del auge de las compras por Internet. El Black Friday es la oportunidad perfecta para comprar ese producto que tienes en el punto de mira desde hace meses pero que el obstáculo de su venta es, precisamente, su precio. No obstante, este evento sirve como promoción de pequeños comercios que aprovechan este suceso para atraer a las grandes masas a los dominios de su pequeño imperio. Por el contrario, en el otro lado de la balanza se ha intensificado la creencia de que las marcas suben los precios antes de la llegada.

Algunas empresas, como por ejemplo Amazon, llevan a cabo una campaña previa al evento que sirve como escaparate para los amantes de las compras vía online. Algo importante a destacar es el hecho de que, aunque a priori esta amalgama de ofertas pueda parecer un aliciente, para comprar siempre es importante una cierta mesura con la tarjeta de crédito. Sea comprobado que el ejercicio psicológico de esta acción puede conllevar a un carácter impulsivo del cual las grandes corporaciones se benefician otorgando un mayor volumen a sus rebajas.

Los descuentos en muchas ocasiones suelen ser de productos que pertenecen a temporadas pasadas o que actualmente se encuentran en liquidación. Sin embargo, en algunas ocasiones se pueden encontrar verdaderas gangas de productos recientes que, a su vez, funcionan como gancho para enlazarte con el catálogo mencionado con anterioridad. Por tanto, es necesario establecer un equilibrio guiado por la paciencia y no por la agitación. Aunque en realidad, el juego sucio de las compañías impide la proliferación de estos métodos. La subida de precios previa es un claro indicio.

Estrategias para saber si han subido los precios antes del Black Friday

Tal y como estipula la ley, los negocios están obligados a poner el costo anterior al número ya rebajado. Para analizar este fenómeno es de relevancia basarse en datos y no en corrientes sensacionalistas, a través de un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el descenso medio de precios es del 23% con respecto al coste que tenían antes del mismo. El problema llega cuando este precio anterior se compara con los últimos 30 días. En este caso, se demuestra que no solo esta rebaja es irreal sino que en realidad la suma de los importes sube en un 3%.

Para tratar de eludir esta serie de situaciones existen varios métodos que el consumidor puede emplear. En primera instancia, los comparadores de precios son una gran opción para verificar si el acto en cuestión se ha perpetrado, del mismo modo que un seguimiento de la actividad de dicho producto. Asimismo existen verificadores de ofertas que comparan entre miles de páginas web para conocer de primera mano si la oferta en cuestión se concibe como tal o solo es un engaño de la marca.

¿Cómo puedo denunciar si se ha ejercido esta práctica?

Con las estrategias mencionadas anteriormente, el usuario cuenta con la potestad de denunciar este tipo de abusos. Lo más efectivo en estos casos es reunir pruebas que atestigüen la verdad de lo que se denuncia. Una vez corroboradas esta información lo recomendable es demandar a la empresa mediante el Ministerio de Derechos Sociales y Consumo que se encarga de estos asuntos. La defensa de los derechos del consumidor es un hecho fragrante que pone de testimonio la igualdad y la libertad de todos los compradores.