BBVA ha decidido por sorpresa dar el paso definitivo para hacerse con el control de Banco Sabadell. El rechazo recibido por parte del consejo de administración de la entidad que preside Josep Oliu ha forzado al presidido por Carlos Torres a no dar marcha atrás y lanzarse a una oferta pública de adquisición (OPA) voluntaria por la totalidad de Sabadell, una inesperada por los analistas OPA hostil por primera vez en la historia bancaria española reciente. Una oferta que no contempla términos distintos a la presentada inicialmente el pasado del 30 de abril y que fue rechazada por "infravalorar" su proyecto y en la opinión de que puede crear en solitario "un mayor valor para el accionista respaldado por el plan de negocio de la entidad y la sólida generación de capital".

Por tanto, la contraprestación ofrecida por BBVA a los accionistas del Sabadell se mantiene en una acción de nueva emisión por 4,83 acciones de Sabadell, que supone una prima del 30% sobre el cierre de ambas entidades del pasado 29 de abril, del 42% sobre las cotizaciones medias ponderadas del último mes o del 50% sobre las cotizaciones medias ponderadas de los últimos tres meses y con un 16% de participación de la entidad resultante para los accionistas de Sabadell, "beneficiándose del valor generado por la operación", según se detalla en la comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La OPA, dirigida a la totalidad de las acciones de Sabadell, está condicionada a alcanzar más del 50% de aceptación de los accionistas. El precio equivalente de la contraprestación en efectivo se establece en 2,12 euros por acción de la entidad con sede en Alicante, la media ponderada de la cotización del Sabadell en el trimestre anterior a la formulación de la oferta, por encima de la cotización actual del banco catalán en el mercado, que ayer cerró a 1,805 euros. El precio citado por el BBVA supondría valorar el Sabadell en algo más de 11.530 millones de euros, en tanto que su capitalización actual rozaría los 9.790 millones de euros.

El consejo de BBVA ha acordado la convocatoria de su junta general de accionistas para decidir acerca de la emisión de las nuevas acciones en la cuantía necesaria para atender íntegramente el canje y baraja un plazo de entre 6 y 8 meses para cerrar la OPA hostil sobre Sabadell. La adquisición por parte de BBVA del control del Sabadell está sujeta al deber de notificación previa al Banco de España y a la obtención de la no oposición por parte del Banco Central Europeo (BCE).

Según ha informado BBVA, la operación tiene "impactos financieros muy positivos gracias a sinergias relevantes y a la complementariedad y excelencia de ambas entidades" y explica que "la transacción dará lugar a uno de los mejores bancos europeos, con una cuota en préstamos cercana al 22% en España. La entidad ha confirmado que mantendrá su actual política de remuneración a los accionistas y su "compromiso" de distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12%.

El propio Carlos Torres en la comunicación a la CNMV explica que "presentamos a los accionistas de Banco Sabadell una oferta extraordinariamente atractiva para crear una entidad con mayor escala en uno de nuestros mercados más importantes. Juntos tendremos un mayor impacto positivo en los territorios en los que operamos, con una capacidad adicional de concesión de crédito de 5.000 millones de euros al año en España".

Según las estimaciones presentadas por el banco, la operación también supone una clara generación de valor para los accionistas de BBVA por el beneficio por acción (BPA) desde el primer año tras la posterior fusión de ambas entidades, con una mejora de alrededor del 3,5% una vez se produzcan los ahorros asociados a la misma, lo que se traduce en aproximadamente 850 millones de euros antes de impuestos. Adicionalmente, estiman que el valor tangible en libros por acción aumentará en torno al 1% en la fecha de la fusión y que la operación ofrece un elevado retorno de la inversión -ROIC² incremental cercano al 20% para los accionistas-. Además, ven un impacto limitado en el ratio de capital CET1, de en torno a 30 puntos básicos. BBVA mantendrá³ una remuneración creciente y atractiva para los accionistas, con su actual política, que supone repartir entre el 40% y el 50% del beneficio, combinando dividendos en efectivo y recompras, y seguirá comprometido en distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12%.

En línea con la primera oferta, mantiene su idea de tener operativas dos sedes centrales, una en el centro corporativo de Banco Sabadell en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) y la otra en Ciudad BBVA, en Madrid. Tras el cierre de la operación, BBVA será la segunda entidad financiera de España, uno de los mercados más relevantes del Grupo y con buenas perspectivas a futuro. Por una parte, el crecimiento esperado del PIB se sitúa por encima del de la media de los países de la eurozona (2,1% de crecimiento esperado en 2024 y 2% en 2025, frente a un crecimiento medio de la eurozona del 0,7% y 1,4%, respectivamente). La entidad resultante alcanzará una inversión crediticia de 265.000 millones de euros y una cuota de mercado en préstamos cercana al 22% en el mercado español, gracias al 13,8% que aporta BBVA y al 8,1% de Banco Sabadell.

Fuentes de Banco Sabadell ha confirmado a LA RAZÓN que mantienen su rechazo a la OPA y recuerdan que el consejo ya declinó la propuesta "no deseada" el pasado lunes por "infravalorar significativamente el proyecto".

La respuesta del mercado al movimiento de BBVA se ha traducido en un desplome de más de un 6% en el inicio de la sesión bursátil de este jueves, mientras que Banco Sabadell sube casi un 5%. Los títulos del BBVA lideran las pérdidas de todo el mercado español al bajar el 6,01%, hasta los 9,672 euros por acción. Por su parte, los del Sabadell, los más alcistas, suben el 4,78 %, hasta los 1,887 euros.